Las llamas nunca terminan de abandonar el que fue el vertedero de residuos urbanos de Fortuna hace décadas, ahora reconvertido a ecoparque que acumula desde hace años desechos domésticos, neumáticos, podas o escombros sin apenas gestión ni control. La pasada madrugada un incendio calcinó gran parte de la basura acumulada en la parcela de este ‘punto limpio’ de recogida de residuos urbanos.

El fuego, que alcanzó una altura considerable, tuvo de combustible la gran cantidad de restos vegetales que impidió un rápido control de las llamas. Este viernes por la tarde los bomberos trataban de gobernar por completo la situación, algo difícil por las montañas de podas y palmeras quemadas.

Este ecoparque es parte de la leyenda negra en la gestión sostenible de los residuos urbanos en la Región. Más allá de utilizar los contenedores para la clasificación y reciclaje de los desechos llevados allí por los vecinos del municipio, la falta de control sobre las basuras que se vierten en la parcela de entrada al recinto amenazaba con terminar en un incendio que lo devorase todo.

Este vertedero ‘verde’ se sitúa en pleno paisaje protegido del humedal del Ajauque y Rambla Salada, entre Fortuna y Abanilla. A pocos metros del humedal de Derramadores, uno de los más grandes de la Comunidad tras el Mar Menor, el ecoparque opera en unos terrenos cercados por cinco figuras de protección y sin autorización ambiental desde hace muchos años.

Tras dejar atrás su etapa como vertedero de residuos sólidos del municipio a principios de siglo, el Ayuntamiento entregó a la mercantil Colsur la gestión de este punto de recogida junto con la contrata de basuras durante 20 años, empresa propiedad del oriolano Ángel Fenoll, que se enfrenta a seis años y medio de prisión por su gestión del vertedero de Abanilla. La ubicación delicada de estas instalaciones movió a organizaciones como Ecologistas en Acción para exigir su traslado y cierre definitivo.

Neumáticos, latas, vidrio o podas, entre los desechos del ecoparque de Fortuna. Pepe Valero

Fuera del horario de apertura

El descontrol en la acumulación de todo tipo de basuras que trasladan los vecinos no solo se ha dado en la propia parcela del ecoparque, sino en las inmediaciones del punto de recogida, donde la Consejería de Medio Ambiente tuvo que actuar hace escasos años para limpiar los terrenos. El concejal de Obras y Servicios de Fortuna, Gregorio Herrero, asegura que los restos y escombros que los vecinos arrojan en el ecoparque se realizan fuera del horario de apertura, por lo que no termina de controlarse.

Rubén Vives, integrante de Ecologistas en Acción, deja claro que esas instalaciones, «más que un punto limpio, es un vertedero» que «ha estado funcionando más de 20 años sin autorización ambiental y en un terreno protegido». Vives lleva luchando desde hace décadas para que el Ayuntamiento traslade todos estos restos a otros puntos de tratamiento y las instalaciones a otra ubicación más cerca de Fortuna.

Nuevas instalaciones

El edil Herrero señala que el Ayuntamiento adjudicó a principios de año el nuevo contrato de basuras a la mercantil Actúa, y, con este acuerdo, también se construirá un nuevo ecoparque más cerca del pueblo y del que queda esperar a los permisos oportunos. La intención es ampliar el clasificado y tratamiento de los desechos trasladados por los vecinos, así como ampliar el horario de apertura.

Ecologistas teme que el traslado de estas instalaciones deje atrás los escombros acumulados en el viejo vertedero y que acaben por dañar a los humedales de la zona.