Ed y Lorraine todavía no ha pasado por la Región de Murcia, pero si lo hiciera daría para una nueva entrega de la saga Expediente Warren, porque la realidad supera la ficción. Existen historias de terror que ocurrieron en Murcia que podrían plasmarse en un guion de cine. Mientras no lleguen a la gran pantalla, habrá que conformarse con conocerlas a través de otros medios. Ahí van algunas de ellas:
La historia del Tío Saín
Águilas, Lorca, Murcia o Cartagena. Son las zonas de la Región en las que, dice la leyenda, el Tío Saín se ha dejado ver. El personaje no es, ni más ni menos, que Slenderman, el Sacamantecas, el Cuco... En definitiva: el hombre del saco murciano. El significado de 'saín', recogido en el diccionario de la RAE, es 'grasa', de ahí el nombre del personaje, que no solo rapta a los niños, sino que también les saca la sangre o el saín para, después, lanzarlo por un pozo. Una historia que se le contaba a los más pequeños para que se fueran a la cama, ya que el hombre del saco sale a la calle al anochecer. Los perros ladraban avisando de su presencia.
Su aspecto era el de un campesino anciano con un sombrero o boina negra y un saco a sus espaldas. El mito dice que en realidad el personaje se basó en el aspecto de un contrabandista de la postguerra, aunque hay quienes lo relacionan con un trapero que recogía ropa vieja.
La leyenda de la isla del Barón
El Barón de Benifayó, un noble italiano desterrado tras matar a otro en un duelo, da nombre a esta isla del Mar Menor, en la que se construyó un palacete. En una de las tantas fiestas que celebraba en su castillo, invitó a una familia noble de origen ruso que estaba ahogada por las deudas. El barón se enamoró de la joven hija y pidió su mano a los padres, que aceptaron (a pesar del desacuerdo de la princesa) dada su situación económica. Aun así, acaba atrapada en un matrimonio de conveniencia y en un palacete de una isla. Tan solo le relaja caminar desnuda por la playa, algo que enfada a su marido. Un día, la sigue y la asesina. Su cuerpo nunca apareció y, desde entonces, los pescadores aseguran que sigue caminando por la playa desnuda.
El mito de la olivera de Cieza
El interior de una de las oliveras más antiguas de Cieza, que se encuentra junto al quijera de la Acequia Andelma, alberga fantasmas. Cuando acechaba la medianoche, comenzaban a salir y, si les mirabas de frente, te arrastraban hasta el interior del árbol y nunca más volvías a aparecer. Se dice que esta historia se inventó para que los niños no se acercaran a esa zona del monte, porque allí se ejercía la prostitución.
La dama de Santa Eulalia
La familia Saavedra tenía un palacio en el siglo XI en lo que hoy en día es la plaza de Santa Eulalia de Murcia. La esposa de uno de los miembros de la familia le fue infiel en el castillo, y su marido decidió matarla por la traición. Desde entonces, la dama aparece en los tejados y todavía se escucha su llanto.
