Por sus 175 años, la Sala Alta del Real Casino de Murcia acoge hasta el 27 de noviembre la exposición Patrimonio único, tiempos compartidos, la cual incluye «obras y objetos ‘ocultos’ o desconocidos del edificio histórico, aquellos que no pueden admirarse en las visitas turísticas habituales por permanecer conservados en espacios de acceso restringido», indican desde la organización en un comunicado de prensa.

Por ejemplo, se exhibe tanto la Medalla de Oro de la Región concedida recientemente al Casino como el libro más antiguo que se conserva en la Biblioteca Inglesa del inmueble: un ejemplar de 1613 encuadernado en piel de Historia natural de los animales más recibidos en el uso de la medicina, el primer ensayo de zoología terapéutica del que se tiene constancia. Destaca una primera edición de Aires Murcianos, de Vicente Medina, prologado por José Martínez Ruiz, ‘Azorín’.

También partituras musicales, como una del Himno a Murcia que sus autores, Pedro Jara Carrillo y Emilio Ramírez, dedican «a la aristocrática Sociedad Casino de Murcia». Además, se expone el documento de compra de las casas que dieron lugar a la primera sede del Casino, y una serie de libros de actas que recogen los acuerdos adoptados por la Junta General del Casino a lo largo de su historia.

La muestra, que se puede visitar de once de la mañana a ocho y media de la tarde, es un compendio de «pruebas tangibles de lo que fuimos y de lo que somos y que hemos de mostrar a la sociedad», indicó el presidente del Casino, Juan Antonio Megías.

Comparsas y bailes de sociedad

«Valiosos libros antiguos con lucidas encuadernaciones (como los de Fortunata y Jacinta, de Benito Pérez Galdós), documentos históricos, conocidas partituras o delicadas piezas de plata son algunos de los elementos que conforman la exposición. Cada objeto se mostrará acompañado de nutrida información cuidadosamente elaborada y se ofrecerá un repaso histórico por los hitos más destacados del Real Casino de Murcia para ayudar al visitante a entender el contexto y la trayectoria de la entidad», explican desde la organización, al tiempo que precisan que «el visitante podrá descubrir la evolución histórica del inmueble declarado Bien de Interés Cultural con la categoría de monumento, gracias a la exposición de planos del edificio y a documentos oficiales como la compra de las primeras casas que dieron origen a la sede primigenia de la entidad».

En la misma línea, «las fotografías de época desvelarán cómo eran los elegantes bailes de sociedad, las divertidas comparsas de la Candelaria o los alegres juegos florales». Y es que «las piezas forman parte del patrimonio bibliográfico, documental, musical y humano de la entidad y son el testimonio de las inquietudes sociales y culturales de aquellos que han formado parte del Real Casino desde sus orígenes».