La noticia del ingreso de Pascual Salvador, el diputado de Vox, y Mabel Campuzano, expulsada por la formación de ultraderecha, en el Grupo Mixto supone para Podemos “una muestra más de la corrupción de las instituciones que estamos viviendo esta legislatura en la Región de Murcia”. La portavoz morada, María Marín, ha señalado como responsable directo de la situación de "anormalidad democrática" al presidente regional, Fernando López Miras, quien, según ella, ha transformado la Asamblea y las instituciones autonómicas en una “caterva de tránsfugas de derecha y ultraderecha que no representan la voluntad popular expresada en las urnas”.

Marín ha recordado que en apenas un año y medio, cuatro diputados se han convertido en tránsfugas, entre ellos el Presidente de la Asamblea, tres han sido expulsados, y al final de esta semana, seis representantes habrán abandonado su grupo para pasar al Grupo Mixto. La diputada morada ha asegurado que la cámara autonómica “se ha convertido en un contubernio” en el que “se está violando sistemáticamente la voluntad democrática por las oscuras decisiones que se toman a puerta cerrada”.

La portavoz de Podemos ha mostrado su condena a estas maniobras antidemocráticas que “alejan a los ciudadanos y ciudadanas de las instituciones” y crean la imagen de que la política es “un mercado en el que se compran y se venden votos de diputados al mejor postor”.

Por último, Marín ha asegurado que su preocupación “no es la situación en la que queda el Grupo Mixto”, sino “la absoluta falta de legitimidad de la Asamblea, la institución que debería representar a nuestro pueblo y que los chanchullos del PP, Vox y Ciudadanos han convertido en un verdadero esperpento”.