Limpieza

Deshollino en los tejados del Santuario de Lorca

El párroco y dos fieles dedican el fin de semana a limpiar la ‘palomina’ para evitar goteras en caso de lluvia

Miguel Ángel Alarcón y Ángel Salas, en los tejados del Santuario Patronal de la Virgen de las Huertas durante las tareas de limpieza, este sábado

Miguel Ángel Alarcón y Ángel Salas, en los tejados del Santuario Patronal de la Virgen de las Huertas durante las tareas de limpieza, este sábado / Juan Tomas Soriano

Curiosa estampa la que este fin de semana se podía contemplar en el Santuario Patronal de Santa María la Real de las Huertas de Lorca. En lo más alto del templo, en los tejados, aparecía su párroco, Miguel Ángel Alarcón Olivares, que, ayudado por dos fieles, Ángel Salas y Juan Tomás Soriano, se afanaban en limpiar toda la ‘palomina’, excremento de las palomas, que se acumulaba y que podía obstruir las canaletas y causar goteras si se producen fuertes lluvias.

Las labores se iniciaban este sábado a primera hora. Los tres se alzaban hasta lo más alto de los tejados y ayudados con cepillos intentaban retirar todos los excrementos de las palomas que se acumulaban con una altura en algunas zonas de hasta treinta centímetros, como aseguraba en declaraciones a LA OPINIÓN Miguel Ángel Alarcón. «Ha sido muy laborioso, porque esta zona está plagada de palomas. Hemos tenido incluso que hacer uso, con sumo cuidado, de una azada para ayudarnos a despegar la ‘palomina’ de las tejas».

Desde lo más alto han ido retirando toda la suciedad que se acumulaba en los distintos tejados del monasterio. «Hemos sacado cinco sacos de ‘palomina’ y cinco carretillas de suciedad», relataba. Entre las curiosidades, los ocho balones que han encontrado. «Son de los niños que suelen jugar al fútbol en el atrio». La zona que peor estaba es la de los tejados del Camarín de la Virgen de las Huertas y del Cristo de Cope. «Hemos procurado limpiarla a fondo para evitar que la suciedad pueda obstruir las canaletas y se filtre el agua al interior, con el consiguiente daño a las pinturas», recalcaba el párroco de la Virgen de las Huertas.

El párroco en los tejados del Santuario Patronal de la Virgen de las Huertas durante las tareas de limpieza, este sábado.

El párroco en los tejados del Santuario Patronal de la Virgen de las Huertas durante las tareas de limpieza, este sábado. / Juan Tomás Soriano

Tras retirar toda la suciedad con azadas y cepillos limpian todo con agua a presión. «Nuestra preocupación era máxima, porque se está anunciando que en las próximas semanas pueden producirse lluvias, por lo que queríamos que todo estuviese en las mejores condiciones para afrontar una situación de esas características». Y se mostraba muy agradecido a los fieles que le habían ayudado en las tareas. «Son dos personas que siempre están ahí para ayudar en todo lo que se les requiere. Les agradezco mucho su trabajo incansable».

El párroco se pertrechaba para la limpieza con unos pantalones cortos y unas zapatillas deportivas, fiel a su habitual vestimenta, de negro. Desde que llegó al Santuario Patronal se le ha visto dando misa, pero también montando el belén en Navidad, limpiando los tejados… Creando un espacio para Cáritas y más recientemente intentando montar un coro parroquial. «Hay que hacer de todo. Es una parroquia pequeña». recordaba. Además, no hace mucho colocaba a las puertas del convento de la Virgen de las Huertas un buzón de color rojo para que los ciudadanos puedan depositar en él la ropa y el calzado que ya no utilizan.