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Exigen el dragado del cauce viejo que tapona el Segura en la desembocadura

Alertan de las "terribles consecuencias" que podría tener una gota fría como la de hace tres años

D. Pamiés

Jóvenes Agricultores Asaja Alicante manifiesta su preocupación por las «terribles consecuencias» que podría tener para la agricultura la llegada de un temporal de lluvias en la zona de la desembocadura del río Segura durante los próximos meses, y denuncia «la inmovilidad» del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) por «la absoluta dejadez y abandono del tramo viejo del río», donde el carrizo, las cañas y el lodo taponan la salida natural de todas las aguas de la Vega Baja a través de seis azarbes.

El principal escollo para que el Gobierno actúe son las figuras de protección ambiental que recaen en este espacio, como humedal dentro de la red natura y zona de especial protección para las aves (ZEPA), además de albergar especies vegetales y animales concretas protegidas. La administración que debería dar el visto bueno a la actuación no es ni la Confederación Hidrográfica del Segura (Miteco), ni la Generalitat: tiene que informar Costas, que también depende del Miteco, porque es competente en los quinientos últimos metros del río, que son los que están colmatados por lodos, y que, tras tres tres años de la DANA no se ha pronunciado.

Asaja recuerda que la Agencia Estatal de Meteorología asegura que no hay precedentes de un bimestre junio-julio tan cálido como el de 2022, que supera en tres décimas al mismo periodo del histórico verano de 2003. Con el mar Mediterráneo a más de 30 grados, la elevada posibilidad de gota fría acecha sobre una comarca, a juicio del colectivo agrario, «con todos los deberes por hacer. Han transcurrido tres años desde la DANA y no ha habido voluntad para subsanar los problemas de la desembocadura ni para plantear un protocolo de actuación que permita prevenir los importantes daños que sufrió nuestra huerta».

En este sentido, los agricultores reclaman la urgente limpieza, dragado y mantenimiento del cauce viejo del río Segura para que las aguas encuentren su salida natural, y pone sobre la mesa otras posibles soluciones que ayudarían a evitar inundaciones, como elevar la carretera N-332 entre Guardamar del Segura y San Fulgencio para suprimir el efecto barrera que mantuvo bajo las aguas a miles de hectáreas de cultivo y zonas urbanas durante la DANA del 2019, o la construcción de un cuarto ojo del puente Carlos III en Rojales. «Es una pena, pero ha habido tiempo y dinero y no hay ningún resultado visible… no hemos aprendido nada», lamentan.

«Las consecuencias de la inacción de las autoridades la pagaríamos nuevamente los agricultores, que con nuestro trabajo en el campo mantenemos un espacio ambiental en nuestros pueblos de manera gratuita», comentan.

En este sentido, transmiten la «gran preocupación» de los agricultores de la parte baja de la comarca ante un episodio de lluvias torrenciales.

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