La Opinión de Murcia

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Hostelería

Los chiringuitos y bares de la costa hacen su agosto durante el puente

El alto número de clientes que acuden estos días a las playas hace que los hosteleros tengan todas sus mesas reservadas para estos días

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Así están las playas de La Manga durante el puente por el Día de la Región Loyola Pérez de Villegas

«Lo sentimos, lo tenemos ya todo reservado». Es la frase que más repiten estos días los trabajadores de la hostelería de la costa de la Región de Murcia. La llegada del calor al litoral, el primer verano tras dos años con restricciones tras la pandemia del coronavirus y el ‘puente’ del Día de la Región que algunos han podido disfrutar ha sido la mezcla perfecta para que los chiringuitos, bares y restaurantes de playa estén haciendo estos días su agosto y tengan unos números más propios de la temporada alta de verano.

Así lo afirma Juan Carlos Cordón, encargado del chiringuito La Cangreja de la playa del Galúa de La Manga. «Se nota que hay mucha más gente estos días que de normal. Hemos tenido lleno prácticamente todo el día tanto en el turno de comidas de día como de noche. La gente viene a descansar, desconectar, pasárselo bien y a comer en el puente», afirma.

Los entre 25 y 30 grados que hacen a estas alturas a orillas de la playa en las horas centrales del día han ayudado a que los negocios se estén viendo, en el buen sentido de la palabra, desbordados.

«El calor se ha adelantado este año y estamos haciendo unos números que se suelen hacer más bien en julio y en agosto. Tenemos trescientas personas en reserva para el sábado y domingo con todas las mesas hasta arriba, una barbaridad», añade el responsable del chiringuito.

Una situación que reafirma el propio presidente de los hosteleros de Cartagena (Hostecar), Juan José López: «Los chiringuitos están funcionando ya como si fuese la temporada alta del verano».

A pesar de que las previsiones para este puente de la Región eran buenas, lo cierto es que no se esperaban tanta demanda: «Estábamos ya comenzando a preparar la temporada gorda de verano y esto nos ha pillado un poco de sorpresa, pero así nos viene bien para despertarnos antes».

Los negocios de la zona llevan desde mediados de mayo con una ocupación muy alto, una «gran noticia» tras las restricciones que trajo la pandemia. La crisis sanitaria, dice Juan Carlos Cordón, ha hecho que vecinos y visitantes «vengan con más ganas de pasárselo bien».

No obstante, el presidente de Hostecar avisa de que todavía queda por recuperar el «talón de Aquiles» del litoral: las zonas más castigadas por la crisis ecológica del Mar Menor. «Va a ser muy complicado que en Los Nietos o Los Urrutias, por ejemplo, la gente se vuelva a interesar en ir», lamenta López.

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