La Opinión de Murcia

La Opinión de Murcia

40 aniversario
Juan Monreal Primer consejero preautonómico de Urbanismo y Medio Ambiente del PSOE

"La Región no es un cortijo de los políticos, es obra de todos los que vivimos y trabajamos aquí"

El exrector de la Universidad de Murcia, que formó parte del primer Gobierno preautonómico del socialista Andrés Hernández Ros y de la primera Corporación democrática del Ayuntamiento de Murcia, analiza los cambios sociales que ha vivido la Región en los últimos 40 años

Juan Monreal. Juan Carlos Caval

El sociólogo Juan Monreal (La Ribera, Molina de Segura, 1941) formó parte del equipo del PSOE que en 1979 tomó las riendas de la Región y empezó a preparar el Estatuto de Autonomía aprobado en 1982. La Preautonomía había echado a andar poco antes con Antonio Pérez Crespo, primer presidente de la Región (UCD), pero el Consejo Regional constituido tras las elecciones municipales empezó a trazar el camino hacia la autonomía y sentó las bases para la modernización de la Región. Monreal había llegado a Murcia procedente de la Universidad Autónoma de Madrid, después de haberse formado en la Sorbona de París en Economía y Urbanismo.

¿Cómo recuerda aquella primera etapa?

Había un clima social, económico y político generalizado por el cambio. Me buscó Andrés Hernández Ros para colaborar con el PSOE en el programa electoral de las municipales de 1979. Yo fui coordinador del programa, en él hicimos un trabajo de campo pueblo a pueblo, pedanía por pedanía. Había unas ganas enormes entre las clases profesionales e intelectuales de Murcia, que no eran del partido, pero se sentían progresistas y que colaboraron. Mi misión fue bastante invisible y modesta. Debía plasmar las ideas fuerza que movilizaran a la población y pedí colaboración a personas que formaban parte de una sociedad muy sensible al cambio. Me habían ofrecido ser candidato a la Alcaldía de Murcia, pero creía que José María Aroca era el mejor y yo quería dedicarme a la Universidad. Como concejal de Murcia pasé a ser miembro de la Diputación Provincial, de la que fui vicepresidente, y del Consejo Regional, en el que fui consejero de Urbanismo y Medio Ambiente. A los dos años volví a la Universidad, porque era un puro PNN y no quería hacer carrera política.

¿Por dónde empezaron?

Tengo una experiencia fenomenal, que creo que los políticos de hoy deberían recuperar. Había una oposición de UCD, cuyo portavoz era Adrián Ángel Viudes, con el que hablé largamente. Pero el día que se llevó al Pleno del Ayuntamiento de Murcia el Plan General de Ordenación Urbana de Rivas Piera, que había dejado el anterior alcalde, Clemente García, y que encontramos en un cajón, fue aprobado por mayoría absoluta. Hoy esto no se estila. Solo hay confrontación. Hay que recuperar lo que es bueno y hay que dialogar. En la mayoría de ayuntamientos no había ni normas urbanísticas, se hacía el urbanismo que cada alcalde decía. Había que dotar a los pueblos de normativas y había que mejorar las infraestructuras. Yo hablé con el Colegio de Arquitectos y le pedí asesoramiento para construir Murcia y la Región. Se crearon equipos de arquitectos urbanistas y en cuatro años dotamos de normas subsidiarias o de planes generales a los ayuntamientos.

«Si no se remedia, la muerte del Mar Menor será un fracaso, una frustración histórica»

decoration

También fue consejero de Medio Ambiente.

En aquella etapa ya montamos unas jornadas dedicadas al Mar Menor, cuyas conclusiones están recogidas en un número monográfico de la Diputación. Participaron más de 50 técnicos, ecologistas y prácticamente todos los problemas que han ido saliendo y las actuaciones que había que emprender se pusieron de manifiesto. Hay dos personajes que son el testimonio de los debates: uno ha muerto, Luis Ramírez, que fue catedrático de Ecología de la UMU; y Paco López Bermúdez, catedrático de Geografía. Ya estaba claro que era uno de los valores que había que preservar. Lo que más me cabrea es la superficialidad con la que se toma toda la vida política y los cambios de la noche a la mañana. Se han tomado decisiones sin ningún sentido.

¿Qué se ha hecho mal?

El espectáculo que estamos dando con el Mar Menor es lamentable: si gobierno aquí, le echo la culpa al Gobierno central y el Ejecutivo central culpa al regional. Aquí se tiene que morir algo para que tomemos conciencia. El Mar Menor es un valor fundamental y no tendría que haber ninguna duda de nadie que viva en esta región por defender y reclamar una solución que lo salve. Si no se remedia la muerte del Mar Menor, será un fracaso, una frustración histórica. Salvarlo requiere unas medidas que van a tener un coste y que suponen una inversión. Tenemos que llegar a un acuerdo entre todos. Cuando se muestra la fragilidad de nuestro poder es cuando no hay acuerdo compartido por todos en objetivos que son fundamentales. Si no llegamos al acuerdo para aplicar las soluciones necesarias durante los próximos 10 o 15 años, gobierne quien gobierne, aquí no se puede solucionar nada.

«El Trasvase es un objetivo que deberíamos firmar con sangre»

Juan Monreal recuerda que «el agua ha sido un problema histórico», pero alerta de que el Trasvase «no puede ser un problema de unos políticos y no de otros; tiene que ser un objetivo de todos los partidos y de todos los ciudadanos. El potencial económico de la Región pasa por tener el agua que se necesita para crecer». Critica que el Gobierno central «no ha sabido solucionar el problema desde una visión nacional» mientras que «Castilla-La Mancha ha corrido más que Murcia». Afirma que el PSOE y el PP no pueden estar al arbitrio de lo que digan sus jefes de filas. Un Estatuto y una fiesta de la Región deberían tener unos objetivos que firmáramos con sangre todos los que vivimos aquí, si hace falta. Y uno de ellos debería   ser el del agua».


¿Cuáles eran las prioridades del Gobierno preautonómico?

Incrementar las infraestructuras de transporte y de movilidad, las sanitarias, educativas y culturales. En términos económicos, el problema era que la industria no tenía el peso que debía; la agricultura sí lo tenía, pero había desequilibrios, y los servicios aún no tenían el protagonismo que tienen ahora. Modernizar el sistema productivo era uno de nuestros objetivos, pero, además, en la Región siempre hemos tenido un cáncer: había una tasa de paro elevada y el empleo se caracterizaba por ser bastante precario. Había que afrontar también la modernización de las estructuras laborales con el Estatuto de 1982.

¿Qué hicieron?

El problema era que los trabajadores tenían una formación bastante baja. Incluso los empresarios eran igualmente hombres que lucharon por crear empresas, pero a veces con unos niveles de formación bastante bajos, lo que explica que la competitividad no fuese muy alta. El sistema educativo tenía una tasa de abandono muy importante, que continúa. Había que poner en marcha la Formación Profesional, que ha tardado bastante en ir despegando, pero que ha sido también uno de los déficit más importantes que hemos tenido, porque a veces no se adaptaba a las necesidades de las empresas. Incluso nuestro sistema universitario en 1982 estaba poco diversificado. No había demasiadas carreras y el nivel de la investigación no era muy innovador y, a veces, estaba desconectado del sistema productivo. Además, la cultura empresarial se caracterizaba por ser de más riesgo que competitiva e innovadora.

«Aquí hay que fomentar la participación, hay que hacer mayor de edad al ciudadano»

decoration

¿Todo eso ha cambiado?

Creo que se ha avanzado bastante, pero se le debe a todos los partidos que nos han gobernado, a todos los hombres que nos han gobernado, a los empresarios y a la ciudadanía de Murcia. Creo que el Día de la Región y del Estatuto hay que corregir la imagen que tenemos a veces de que la Región es un cortijo de los políticos. La Región es obra y resultado de todos los que vivimos y trabajamos aquí. Los políticos deben cumplir bien su función; los empresarios y los ciudadanos también tenemos mucho que hacer. Cuando la economía va bien no es solo gracias los políticos, es porque hay muchos empresarios y muchos trabajadores que están apostando por eso, pero los políticos le dan las medallas a los mismos. No hay que tenerle miedo a lo que piensan los ciudadanos. Aquí hay que fomentar la participación ciudadana y hay que hacer mayor de edad al ciudadano.

¿Cuál es su balance de estos cuarenta años?

Creo que han mejorado todos los déficit que había en infraestructuras de todo tipo, el sistema productivo y la calidad de vida económica y social; y ha mejorado el sistema educativo, pero cuando digo que ha mejorado no quiero decir que hemos solucionado todos los problemas. Tenemos fuertes problemas todavía. El Día de la Región, con el Estatuto en la mano, el mensaje que hay que transmitir es que las infraestructuras terrestres y ferroviarias hay que solucionarlas ya de una vez. Tenemos el problema del Eje Mediterráneo, que para Murcia es fundamental por su economía, por la movilidad de la población y por la cultura de esta región. Es de capital importancia y no vale hablar tres años del Corredor Mediterráneo y después lo dejamos morir. Es el eje más vital y de mayor futuro de la geografía nacional y tenemos que implicarnos todos: Murcia no puede estar ahí perdida, desconectada del corredor que nos une con toda Europa y con nuestro futuro. Hay que consolidar también la infraestructura ferroviaria. El AVE tiene que conectar no solo con Madrid, sino con Andalucía y con Cartagena. Otro de los objetivos del Estatuto tiene que ser cortar los desequilibrios territoriales. Hay pueblos con una emigración que hay que cortar.

Compartir el artículo

stats