La Opinión de Murcia

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40 aniversario

Crónica del nacimiento de una región

Los aniversarios de la entrada en vigor del Estatuto de Autonomía de Murcia ofrecen la oportunidad de una mirada atrás a los hechos

Miembros del Consejo Regional preautonómico presidido por Pérez Crespo, de UCD. L.O.

El proceso para la aprobación de la ‘Carta autonómica’ fue largo y complejo: el 10 de enero de 1981 la Asamblea de Parlamentarios y Diputados Provinciales de la Región de Murcia fijó el plazo de presentación de enmiendas, entre el 12 de enero y el 2 de febrero, al Anteproyecto de Estatuto de Autonomía, elaborado en el Consejo Regional de 22 de diciembre anterior. Los partidos mayoritarios habían acordado establecer cinco circunscripciones electorales, de otras tantas comarcas, y un total de 43 diputados, que conformarían la Asamblea legislativa. El texto del Proyecto de Autonomía para la Región de Murcia, de 58 artículos, entró en las Cortes el 2 de abril de 1981; el presidente del Consejo Regional murciano, Andrés Hernández Ros, lo entregaba ese día, a las doce y veinte de la mañana, al presidente del Congreso de los Diputados, Landelino Lavilla Alsina, para su tramitación como Ley al amparo del artículo 143 de la Constitución. Era el quinto proyecto que entraba en la Cámara tras los de Asturias, Cantabria, Canarias y Andalucía.

Andrés Hernández Ros, entrevistado por Carmen Rico-Godoy en el semanario Cambio16 el 27 de abril de 1980, con el llamativo título de ‘El león de la Huerta’, declaró: «En el caso de la autonomía de Murcia hay que ir despacio. Hemos optado por el artículo 143, porque, aquí, el 151 hubiera sido imposible. Hay demasiada frustración en esta región como para cambiarlo todo de la noche a la mañana. Hay que ir poco a poco solucionando problemas y hacer cosas que demuestren a los murcianos que la Administración regional es mejor que el centralismo».

Fechas y trámites

El 17 de febrero de 1982 el Congreso de los Diputados aprobaba el texto del Proyecto de Autonomía para la Región de Murcia y lo remitía al Senado; el trámite se resolvió por 266 votos a favor, ninguno en contra y 26 abstenciones. La Cámara Alta aprobó el texto, aunque con modificaciones, el 5 de mayo, remitiéndolo de nuevo al Congreso, donde se aprobó definitivamente el 25 de mayo, por 258 votos a favor, cinco en contra y 17 abstenciones. El 19 de junio se publicaba en el Boletín Oficial del Estado la Ley Orgánica 2/1982, de 9 de junio (fecha instituida desde entonces como Día de la Región de Murcia) y entró en vigor el 10 de junio.

La Región de Murcia completaba el proceso de autonomía que se había iniciado con la fase preautonómica, en 1978, meses antes de que se promulgara la Constitución. Murcia pasaba de provincia a región, con otros 16 entes autonómicos contemplados en el denominado Estado de las Autonomías. En la mañana del mismo día de entrada en vigor del Estatuto, el 10 de junio, se celebró un acto institucional en el Palacio de San Esteban, sede del Gobierno, y por la tarde, un Pleno de la Asamblea Regional, institución que presidió Carlos Collado Mena; la primera institución regional, según establece el Estatuto, se ubicaba en Cartagena, cuyo Ayuntamiento cedió para tal fin el edificio que hasta entonces ocupaba la Casa de Cultura de la ciudad.

Andrés Hernández Ros, que el 5 de mayo de 1979 había tomado posesión como presidente de la Región de Murcia en la etapa preautonómica, cargo en el que sustituía a Antonio Pérez Crespo, manifestó entonces en su discurso que antes del verano habría borrador de Estatuto de Autonomía, y en efecto, el camino para su consecución se inició en el pleno del Consejo Regional (nombre del Gobierno preautonómico) celebrado el 11 de junio. En esta ocasión, el diputado y consejero socialista José Plana Plana defendió una moción en la que proponía crear una comisión encargada de redactar el Anteproyecto de Estatuto de Autonomía. Manifestó en su exposición que la redacción del Estatuto requería «la apertura de un proceso que dé pleno sentido democrático al mismo, de tal suerte que ninguna fuerza se sienta excluida de tan importante tarea». 

Intervención de Antonio Pérez Crespo, primer presidente de la Región.

José Plana, que en la etapa autonómica fue consejero de Presidencia, y unos años después presidente de la Asamblea Regional, proponía que dicha comisión estuviera presidida por el propio titular del Consejo, es decir, Hernández Ros, y formada por cinco consejeros regionales nombrados por la Comisión Permanente y otros cinco miembros designados por la misma Comisión, entre magistrados y fiscales; profesores de la Universidad, funcionarios públicos, abogados y otros profesionales de reconocido prestigio. La propuesta fue aprobada, después de incluir como miembro a Santiago Vidal García, secretario del Consejo, a propuesta de Antonio Pérez Crespo.

Primera comisión redactora

El 7 de julio de 1979, la Comisión Permanente del Consejo designó a los miembros de la Comisión Redactora, que celebró su primera sesión de trabajo el 16 de julio, festividad de la Virgen del Carmen, por aquello de que la navegación o singladura sería quizás larga, y acaso tortuosa.

Formaban la Comisión seis miembros designados por el PSOE y cuatro por UCD, de acuerdo a la proporcionalidad de representación en el Consejo Regional: por el PSOE, José Plana Plana, Juan Monreal, Ciriaco de Vicente, Remiro Brotóns, catedrático de Derecho Internacional y decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Murcia; Mariano Funes Martínez, secretario general de la Diputación Provincial, y José Méndez Espino. Por UCD, Ángel Morenilla Moya, Enrique Martínez Useros, catedrático de Derecho Administrativo de la Universidad de Murcia; Antonio Reverte Moreno, expresidente de la Diputación y catedrático jubilado de Derecho Civil de la Universidad de Murcia, y el ya mencionado Santiago Vidal. 

«Hay que hacer cosas que demuestren que la Administración regional es mejor que el centralismo»

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La primera sesión fue de tanteo y cambio de impresiones: Remiro Brotóns señaló la importancia de fijar la ordenación del territorio, las relaciones Asamblea-Gobierno y las competencias de ambas instituciones; Juan Monreal propuso que las Comisiones de Estatuto y de Transferencias tuvieran un estrecho contacto; Mariano Funes -que años después publicó un libro titulado Derecho autonómico murciano- ofreció a la Comisión un borrador de estatuto que él había ya redactado y que podía servir, dijo, como instrumento de trabajo; el referido texto, de unos quince folios, lo publicó al día siguiente el diario Línea, acompañado de una entradilla en la que se afirmaba que, pese al «incomprensible cierre en banda del Consejo Regional», el texto se había logrado «gracias a una generosas filtraciones». La Comisión no volvió a reunirse hasta el 15 de septiembre de 1979 y continuó haciéndolo durante un año; a veces con distinta composición, en una de las cuales, propuesto por el Grupo Socialista, se incluía al director general de Cajamurcia, Carlos Egea Kraüel.

Gobierno del socialista Andrés Hernández Ros.

Estatuto de Águilas

Por fin, el 1 de agosto de 1980, una representación de la Comisión redactora, encabezada por Carlos Collado, entonces presidente de la Diputación Provincial, entregó al presidente del Consejo Regional, Andrés Hernández Ros, un simbólico borrador de Anteproyecto de Estatuto de Autonomía para la Región de Murcia. Sólo unos pocos folios de un texto que una secretaria intentaba pasar a limpio aceleradamente, porque el acto y la foto no podían retrasarse más; la prensa ya había esperado en la antesala durante 90 minutos.

Concluían así las sesiones de redacción, que habían sido arduas y que se prolongaron más de un año, con sucesivos cambios de los miembros de la Comisión y con diversos escenarios con los que se pretendía dar nombre al Estatuto; así, se habló de ‘Estatuto del Mar Menor’, porque se celebró una reunión de los redactores en Santiago de la Ribera, o ‘Estatuto de Águilas’, municipio costero donde se redactaron la mayoría de los 58 artículos recogidos en el texto; se trataba de un feudo socialista, y en especial de Carlos Collado, presidente de la Comisión, cuyo primer cargo público fue el de concejal del Ayuntamiento de Águilas, antes de ser, sucesivamente, presidente de la Diputación, presidente de la Asamblea Regional y presidente del Consejo de Gobierno, tras la dimisión de Hernández Ros en marzo de 1984. 

Pues bien, en esa ciudad del litoral murciano terminó oficialmente su trabajo la Comisión redactora, el 31 de julio de 1980, el día anterior a la entrega oficial del texto al presidente del Consejo Regional. En una sesión que concluyó a las diez de la noche, aunque tras el periodo de vacaciones que se iniciaba unos días después de la entrega del borrador al presidente, la Comisión fue convocada de nuevo para el 3 de septiembre, con el fin de proceder a la redacción de contenidos tan esenciales como las disposiciones transitorias y adicionales que no figuraban en el borrador. 

Visita de Juan Carlos I a la Diputación Provincial, que presidía Carlos Collado (d).

El Partido Cantonal, contrario

La promesa de Hernández Ros de que «antes del verano habrá estatuto» se cumplió a la carrera en el tramo final, aunque un año después de lo previsto. Se habló de un texto consensuado, pero no era tal. El Partido Cantonal de Cartagena inició, a partir de esa fecha, una campaña contraria al Estatuto, llegando incluso a no reconocer al Consejo Regional. Por su parte Mariano Yúfera, alcalde independiente de Mazarrón, y Juan Ramón Calero, presidente del partido Alianza Popular, nuevos miembros añadidos a la Comisión redactora, presentaron posteriormente votos particulares. 

La Comisión que concluyó el trabajo, en la que ya no figuraban los profesionales de prestigio del inicio del proceso, estaba formada por Carlos Collado como presidente, y Santiago Vidal, como secretario; José Plana, Martínez Ovejero y Ciriaco de Vicente, en representación del PSOE; Ángel Morenilla, Andrés Santiago Arnaldos y José María Llamas, por UCD; José Bonet, del Partido Cantonal (PCAN); Mariano Yúfera, independiente; Pascual Ortuño, del PCE y Juan Ramón Calero, de AP. 

Saludo de Antonio Pérez Crespo (d) a su sucesor, Andrés Hernández Ros.

Al hacerse entrega del texto en un acto al que asistió el recordado Agustín Sánchez Trigueros, secretario general del PCE (fallecido con otros 23 compañeros en accidente de tráfico ocurrido el 28 de septiembre de 1981) Carlos Collado dijo: «Este es el resultado de unas jornadas duras y laboriosas, con debates interesantes. Hay que resaltar que todos los miembros de la Comisión, pese a la disparidad de criterios ideológicos, han puesto su mejor voluntad. Esto es lo importante: se ha trabajado y se ha trabajado bien. En todo caso, el pueblo de Murcia tiene la palabra».

En efecto, a partir de esa fecha y con la promesa de Hernández Ros de que se imprimirían 15.000 ejemplares del texto, para general conocimiento y envío de sugerencias, se abrió un plazo de información pública que continuaría hasta mediados de septiembre. Al respecto, el diario La Verdad, en un suelto publicado en el 29 de agosto, informa de que no se había remitido en esa fecha ni una sola sugerencia ni propuesta de enmienda, lo que probaba la falta de interés que el tema suscitaba entre los murcianos. Sin embargo, ese mismo día, la Confederación Regional de Empresarios (Croem) propuso una enmienda en el sentido de que no desapareciera el organismo Diputación Provincial a la entrada en vigor del Estatuto, enmienda que no prosperó.

El Anteproyecto de Estatuto de Autonomía para la Región de Murcia siguió su curso: el 18 de noviembre de 1980 el Ayuntamiento de Murcia aprobó por unanimidad adherirse a la iniciativa del proceso autonómico, acuerdo que en el mismo sentido adoptó, el 9 de diciembre, el Ayuntamiento de Cartagena, presidido por Enrique Escudero de Castro, y otras corporaciones locales, como era preceptivo. A continuación, se abrió un plazo de información pública, de 12 de enero a 2 de febrero de 1981. El 2 de abril el presidente del Consejo Regional, Hernández Ros, acompañado de Ciriaco de Vicente y de Luis Egea, representantes de PSOE y UCD, respectivamente, entregó el texto del proyecto al presidente del Congreso de los Diputados, Landelino Lavilla Alsina para su tramitación como Ley al amparo del artículo 143 de la Constitución Española.

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