La Opinión de Murcia

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Importante de abril

Marién García Boj, Importante del mes: pionera de la Semana Santa

Ha logrado todo un hito en Cartagena, el de ser la primera mujer electa de la historia en presidir una de las cuatro grandes cofradías, la del Resucitado

María Encarnación García Boj.

María Encarnación García Boj (Cartagena, 8 de marzo de 1970), más conocida como Marién, fue elegida Hermana Mayor de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Resucitado hace tres meses, algo nunca antes visto en la ciudad portuaria. Si bien hace 300 años hubo una hermana mayor en el Socorro, ese cargo le vino por su condición de duquesado y no fue electa, a diferencia de Marién. Ella ha sido la primera, y desde que ostenta el cargo ha sentido el calor, el afecto y el apoyo de los miembros de su cofradía, que ahora la llaman ‘La jefa’.

Marién confiesa que, desde un inicio, jamás se le pasó por la cabeza presentarse al cargo. Sin embargo, la dimisión del anterior Hermano Mayor pilló a todos por sorpresa y un gran número de cofrades sintió al instante que Marién era la persona idónea para ocupar el puesto vacante. Un apoyo que no surgió de la nada, sino que fue fruto de su trabajo duro y su ilusión e implicación por la cofradía.

Cuando Marién se enteró de que había sido la elegida «le dio un vuelco al corazón» y su mente estalló tras pensar en la «gran responsabilidad que tenía que asumir». Pese a los nervios por afrontar el reto, Marién tenía claro que quiere dejar su huella. El relevo generacional es una de sus grandes preocupaciones. Considera que los jóvenes ya no sienten tanto apego por la Semana Santa como antaño, por lo que «es necesario hacerles ver que son parte de la Cofradía y que pueden y deben formar parte de los órganos de gestión, para afianzar su implicación».

«Cuando supe que iba a ganar me dio un vuelco al corazón»

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Un relevo generacional que se ve reflejado en la renovada junta de mesa del Resucitado, ya que casi el 80% de los miembros actuales son nuevos. Marién también ha puesto su empeño en conseguir «unidad» dentro de la cofradía. Para ello, ha logrado que representantes de las once agrupaciones que componen el Resucitado formen parte de la junta. Otro de los grandes retos que se plantea Marién es el de la digitalización, un reto que ya está abordando junto a su equipo «sin prisa, pero sin pausa». Para ella es imperativo que archivos antiguos, actas y demás documentos que conforman la historia de la cofradía queden plasmados en formato digital, «de tal forma que resulten fáciles de consultar y no haya que navegar entre un mar de papeles».

Con tan solo tres años procesionó de monaguilla. Una vez el traje se le quedó pequeño, dio el paso a nazarena. Después fue penitente y más adelante ascendió de vicesecretaria a secretaria y de vicepresidenta a presidenta del titular de la Cofradía, el Cristo Resucitado. Cargo, en el que se mantuvo cinco años y al que tuvo que renunciar tras ser nombrada Hermana Mayor.

Marién considera que el hecho más valioso que puede ofrecer al ser la primera hermana mayor de la historia de Cartagena, es el abrir las puertas a que otras mujeres, «que valen muchísimo y tienen una capacidad enorme, pero están a la sombra», puedan también dar ese paso adelante dentro de sus agrupaciones y cofradías.

«Espero que otras mujeres se animen a dar un paso al frente en sus cofradías»

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Tres años llevaba sin salir la Cofradía del Resucitado. En 2019 llovió y en 2020 y en 2021 la pandemia asoló. Las ganas por desfilar eran inmensas. Con la emoción a flor de piel, hubo lágrimas debajo de los capuces y otras muchas al descubierto. Los tronos desfilaron en una mañana de domingo con calor casi veraniego, por lo que, Marién fue prudente y pidió a guiones que no dilataran en exceso el desfile «para proteger a portapasos y penitentes de posibles mareos y desmayos». Petición que cumplieron a rajatabla y todo salió «perfecto», según cuenta la Hermana Mayor.

Escucha música clásica y le gusta el canto, una afición a la que ya no puede dedicarle el tiempo que le gustaría dadas sus obligaciones. Marién es subdirectora de la empresa Cifra, dedicada a la importación de regalos publicitarios, está casada desde hace 23 años y tiene dos hijos. Uno de 16, al que no le apasiona demasiado la Semana Santa, algo que Marién está tratando de remediar. Y una de 13, que sí está integrada en el mundo de las procesiones y desfila en la Agrupación del Santo Ángel. Constante y tozuda, cuando se fija una meta, no para hasta conseguirla. También se define como una persona sensible y accesible, que hace suyos los problemas de los demás. Pero, sobre todo, Marién es trabajadora y adora trabajar por su cofradía y por los que ama.

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