El Gobierno ha dado ‘luz verde’ a que los establecimientos comerciales puedan limitar las compras de sus clientes «cuando existan circunstancias extraordinarias o de fuerza mayor» para evitar el desabastecimiento y garantizar el acceso de los consumidores en condiciones equitativas. Así, lo recoge el ‘Plan de Respuesta’ al impacto económico de la guerra en Ucrania publicado este miércoles en el Boletín Oficial del Estado (BOE), que modifica la Ley 7/1996, de 15 de enero, de Ordenación del Comercio Minorista.
El Gobierno ha introducido esta modificación en la normativa vigente tras las restricciones en la venta de aceite de girasol que han aplicado las cadenas de supermercados y de hipermercados este mes de marzo, cuando la demanda se disparó al difundirse las noticias relativas a la suspensión de las importaciones de Ucrania, que es uno de los mayores productores de aceites de semillas.
Para evitar que algunos colectivos acapararan las reservas disponibles en los almacenes de las cadenas, los establecimientos de la Región solo permitían que cada cliente se llevara entre uno y cinco envases al día, según los casos. Junto con el racionamiento se produjo una subida de los precios del aceite, que dio lugar a una campaña de inspecciones de la Dirección General de Comercio de la Comunidad Autónoma para requerir a los establecimientos la documentación sobre la fechas de entrada del aceite y sobre los precios de venta aplicados.
A su vez, la organización de consumidores Facua denunció a las principales cadenas en varias comunidades por el racionamiento y por la subida de precios.
Con la modificación legal, el Gobierno permite que «excepcionalmente, cuando existan circunstancias extraordinarias o de fuerza mayor que lo justifiquen, los establecimientos comerciales podrán suspender con carácter temporal la prohibición prevista en el apartado 2 de limitar la cantidad de artículos que puedan ser adquiridos por cada comprador».
Precisa que estas medidas deberán estar justificadas y se adoptarán de manera proporcionada cuando sea necesario para impedir el desabastecimiento y garantizar el acceso de los consumidores en condiciones equitativas.
«Lo importante es que hagamos una llamada a la responsabilidad. A veces se producen alarmas guiados por el nerviosismo. Eso es lo que contempla el plan y creo que lo importante es que hagamos una llamada a la responsabilidad, que entre todos nos corresponde transmitir un mensaje de tranquilidad a la ciudadanía», afirmó la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, en los pasillos del Congreso de los Diputados.
La titular de Transportes indicó que «a veces se producen ciertas alertas y alarmas que generan comportamientos quizás guiados más por el nerviosismo». Añadió que se trata de medidas que tienen que servir para transmitir un mensaje de tranquilidad a la ciudadanía, al tejido productivo y a empresas.
«Todos debemos ser responsables en ese sentido. Las comercializadoras y supermercados también. Eso es lo más importante en un contexto complicado», resaltó la ministra.
