La Opinión de Murcia

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Economía

Los precios se desbocan con el IPC más alto de las últimas cuatro décadas

La inflación llega al 9,8% por primera vez en casi 40 años y aleja la recuperación de la economía

Un puesto del mercado de Vistabella, en Murcia, durante la huelga de los pescadores. | JUAN CARLOS CAVAL

La inflación adelantada del mes de marzo ha llegado al 9,8% en un año, una subida histórica que no se había alcanzado desde mayo de 1985, según las estimaciones que este miércoles ha dado a conocer el Instituto Nacional de Estadística (INE). La escalada de los precios provocada por la factura energética y las consecuencias de la guerra de Ucrania pone en peligro la recuperación de la economía y aleja las posibilidades de entendimiento en la negociación de los convenios colectivos en la Región, dado que la patronal regional no está dispuesta a llevar a la mesa de negociación subidas salariales superiores al 2,5%.

El IPC definitivo de marzo se conocerá a mediados de abril, aunque los cálculos adelantados que ofrece el INE al final de cada mes apenas llegan a alejarse unas décimas del dato oficial. Respecto al mes de febrero los precios suben un 3%.

Las subidas de precios de los combustibles ya han llevado a la huelga a los transportistas y a los pescadores

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Los líderes de CC OO y UGT en la Región, Santiago Navarro y Antonio Jiménez, respectivamente, confían en que esa subida cercana al 10% registrada este mes sea coyuntural, aunque no se puede descartar que continúe la escalada de los precios a medida que se trasladen a la cesta de la compra las revisiones que reclaman los transportistas, los agricultores, los ganaderos o los pescadores. Todos coinciden en que no han podido repercutir el incremento de los costes en sus productos, a pesar de que el consumidor ha acusado ya un elevado repunte en los precios de los alimentos básicos. Navarro apunta que en algunas de estas subidas, como la del aceite de girasol, «ha habido una gran especulación, porque el producto que se ha encarecido estaba en stock».

La subida los precios de los combustibles ya ha provocado huelgas del transporte y de los pescadores, mientras que las medidas anunciadas por el Gobierno para reducir la factura de la luz tras la autorización de Bruselas tardarán meses en verse reflejadas en los recibos.

Santiago Navarro y Antonio Jiménez dejan claro que el impacto de la crisis «no puede cargarse sobre los salarios» y defienden que es preciso mantener el poder adquisitivo para que el consumo no se desplome, mientras que reclaman medidas al Gobierno para superar la crisis. El secretario general de UGT recuerda que «el año 2021 terminó con una pérdida salarial del 4,8%, dado que los sueldos apenas se incrementaron un 1,74%, mientras que el IPC alcanzó el 6,3% en la Región, dos décimas menos que la media nacional.

Los máximos responsables de CC OO y UGT coinciden en que podrían plantearse subidas de entre el 4,5% y el 5%, siempre que en los convenios colectivos se recoja la cláusula de revisión salarial que asegure la recuperación del poder adquisitivo perdido con la inflación.

Por su parte, el presidente de la Croem, José María Albarracín, dijo el pasado viernes que las empresas no van a proponer subidas superiores al 2,5%. Recordó que «la subida del salario mínimo a 14.000 euros anuales supone para las empresas un coste de 18.176 euros con las cargas sociales».

Según los datos del informe de Coyuntura Económica y Laboral que este miércoles dio a conocer el CES, «el coste laboral medio por trabajador en 2021 ascendió a 2.474 euros mensuales, un 5,8% más alto que el del año anterior».

Por su parte, los dirigentes sindicales destacan que la inflación se ha disparado en un momento en que están negociándose convenios como los de hostelería, que lleva 14 años caducado. También se han retomado las negociaciones del convenio de comercio y de las clínicas privadas, que llevan muchos años sin renovarse.

Según las previsiones de Funcas, la inflación media anual podría situarse al acabar 2022 en torno al 6,8%. Alerta de que «la evolución de los precios es el principal factor que condiciona la recuperación de la economía española, que se mantiene por la demanda embalsada, el rebote del turismo y la mayor ejecución de los fondos europeos».

De momento, Funcas ya ha rebajado un 1,4% sus previsiones de crecimiento de la economía española para este año, que sitúa en el 4,2%. Calcula que «la espiral inflacionista mermará la renta real disponible de los hogares en 16.700 millones de euros y dañará el consumo».

Aunque destaca que cualquier previsión «debe interpretarse con cautela, dada la elevada incertidumbre por el conflicto en Ucrania y sus derivadas en la economía mundial», el director de Funcas, Carlos Ocaña, augura que «aún estaremos este año un 2,5% por debajo del PIB prepandemia».

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