La cuenca del Segura se prepara para entrar en situación de ‘prealerta’ por sequía, si sigue sin llover en el mes de marzo. La Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) no descarta que sea necesario reducir entre un 20% y un 25% las aportaciones destinadas al riego de las vegas si el año hidrológico mantiene la tónica de los primeros meses al llegar la primavera.
Con apenas 385 hectómetros cúbicos almacenados en los embalses de cabecera, siete menos que la semana anterior, las reservas se reducen al 33%, aunque los caudales realmente disponibles resultan inferiores, dado que el fondo de los pantanos no es aprovechable.
Después de un lustro en el que se han registrado intensas lluvias y más de una DANA, aunque con aportaciones a los embalses modestas porque las mayores precipitaciones caían en la costa, el volumen de las reservas es inferior a las del pasado año en 86 hectómetros cúbicos y está 122 por debajo de la media de la última década.
El embalse de La Pedrera (en la provincia de Alicante) es uno de los que se encuentra en una situación de penuria, dado que solo almacena 60 hectómetros cúbicos.
La cabecera de la cuenca de la Fuensanta apenas llega al 32,7% de su capacidad, con 45 hectómetros cúbicos, mientras que el Cenajo tiene 60,83%, que supone el 40,9%.
De momento, las previsiones del organismo de cuenca no contemplan un cambio en la situación meteorológica que permita confiar en la llegada de las lluvias, después de unos meses de diciembre y enero en los que, además, se han alcanzado temperaturas excepcionalmente altas, al igual que ha ocurrido en febrero.
Si continúa sin llover en marzo, la CHS tendría que plantearse declarar la cuenca en ‘prealerta’ por sequía, lo que conllevaría previsiblemente un recorte de las aportaciones para el riego a las vegas de entre el 20% y el 25%.
De mantenerse la ausencia de lluvias, el Segura podría entrar en ‘alerta’ durante los meses del verano. Y ante una situación de escasez acuciante podría volver a plantearse incluso la apertura de pozos del Sinclinal de Calasparra, tal y como se hizo en 2019, cuando la CHS recurrió a las reservas subterráneas para poder facilitar agua para riego y completar el suministro a la Mancomunidad del Taibilla.
Las precipitaciones no han servido para aliviar la sequía
La entrada por Andalucía de un frente frío generó lluvias ocasionales en Murcia, Castilla-La Mancha y también en la provincia de Alicante este fin de semana, aunque no de forma intensa, por lo que las lluvias no han servido para aliviar la sequía. Según las cifras facilitadas por Aemet, las cantidades acumuladas desde que empezó el año hidrológico el pasado 1 de octubre se encuentran por debajo de sus valores normales en gran parte de la península, aunque destaca especialmente el descenso en el interior de Murcia y de Valencia y en el sur de Andalucía.
No obstante, los pozos no se tocan salvo en ocasiones de máxima urgencia y necesidad. La situación empieza a preocupar, sobre todo en el campo, que sigue sin tener una solución para el precio del agua desalada por el incremento de los costes de la energía eléctrica, a los que nada favorecen conflictos como la guerra de Ucrania.
La última apertura de los pozos del Sinclinal de Calasparra data de junio de 2019, cuando el embalse de La Pedrera, con capacidad para 246 hectómetros cúbicos, almacenaba 67. Hoy cuenta con 60 y está al 24% de su capacidad, una situación peor, incluso, que la de hace tres años.
Expertos como el climatólogo Jorge Olcina y Antonio Rico, del Instituto de Geografía de la Universidad de Alicante, ya han advertido de que si no llueve en marzo y abril es más que probable que haya restricciones al regadío a partir de mayo, aunque el abastecimiento urbano está asegurado.
Por su parte, el Ministerio para la Transición Ecológica ya ha avanzado que abril será el último mes en el que pueda producirse el envío máximo del Tajo: 27 hectómetros cúbicos. A partir de entonces, la cantidad se reducirá hasta 20 hectómetros cúbicos mensuales.
La reserva hídrica en España se encuentra al 44,3 por ciento de su capacidad total. Los embalses almacenan actualmente 24.868 hectómetros cúbicos de agua, tras la perdida en la última semana de 14 hectómetros cúbicos.
En este momento, los pantanos españoles guardan un 29,61% menos agua que la media del decenio, lo que supone casi 10.500 hectómetros cúbicos menos y hasta el 30,13% menos agua que en la misma semana de hace un año. La sequía es un hecho.
Las lluvias en el río Taibilla han bajado un 51%
El consumo de agua potable en los municipios dependientes de la Mancomunidad de Canales del Taibilla ha bajado en los primeros cuatro meses del año hidrológico, que comenzó el 1 de octubre, aunque también han descendido las aportaciones del río Taibilla y del trasvase Tajo Segura, que constituyen las principales fuentes de suministro a los 2,5 millones de habitantes de la Región y de las provincias de Alicante y de Albacete a los que abastece.
La presidenta de la Mancomunidad del Taibilla, Francisca Baraza, ha informado esta semana a los miembros del Comité Ejecutivo de los volúmenes suministrados entre octubre y enero, que reflejan un descenso de un 1% en los recursos empleados con respecto al mismo periodo del año anterior.
Baraza también informó de la caída de las precipitaciones que se ha producido en la zona del embalse del Taibilla, que ha alcanzado el 51%, lo que determina una disminución en las aportaciones del río. Entre octubre y enero también ha bajado la aportación del agua procedente del Trasvase, lo que sumada al descenso en la aportación del Taibilla, ha hecho necesario incrementar la obtención de los recursos de las plantas desalinizadoras.
La presidenta dio cuenta de la adjudicación del servicio de explotación, mantenimiento y conservación de las plantas desalinizadoras de San Pedro del Pinatar, por un valor de 9.751.421,29 euros.
