La Policía Nacional ha desarticulado una célula de una trama criminal dedicada a la sustracción continuada de catalizadores de vehículos, cuyos integrantes fueron detectados en Málaga y seguidos hasta Granada, ciudad esta última donde habían fijado su residencia. Los agentes han detenido a dos ciudadanos de Europa del Este, de 20 y 41 años, por su presunta responsabilidad en 25 hurtos en Andalucía y la Región de Murcia.

Tras un registro en la vivienda de los sospechosos, en la capital granadina, los agentes intervinieron una docena de catalizadores robados, varias herramientas de corte, un gato hidráulico, teléfonos móviles y un vehículo.

La operación ‘Urus’, realizada por investigadores de la Policía Nacional, y más en concreto por agentes de las Comisarías de Distrito Oeste y Norte, en Málaga, y de la Comisaría de Distrito Sur, en Granada, se inició a partir de la interposición de varias denuncias por la sustracción de catalizadores el pasado verano en Málaga, Sevilla, Jaén, Córdoba y Murcia.

El catalizador es un dispositivo metálico que forma parte del sistema de escape del vehículo y cuya función pasa por modificar químicamente los gases para reducir las emisiones contaminantes. Lo valioso del catalizador son los metales que alberga en su interior -paladio, rodio y platino-, muy cotizados en el mercado negro.

Colaboración ciudadana

La colaboración ciudadana ha resultado, una vez más, de valiosa importancia para la desarticulación de un grupo criminal. Precisamente fue un ciudadano quien presenció, en Málaga, como dos varones manipulaban los bajos de un vehículo estacionado en la vía pública y anotó la matrícula del vehículo en el que se habían desplazado. La información fue facilitada por este vecino a la Policía Local, cuyos agentes pusieron en conocimiento de los hechos a la Policía Nacional.

Una vez centrado el vehículo en cuestión, los investigadores conocieron que sus ocupantes recorrían, de media, unos 500 kilómetros diarios por distintas localidades en busca de catalizadores.

Reparto de funciones entre sus miembros

Según las pesquisas, los sospechosos, que habían fijado su residencia en Granada capital, actuaban de día en áreas poco transitadas para evitar ser detectados y tenían un claro reparto de funciones entre ellos, operando en equipos de dos personas. Así, mientras uno hacía labores de vigilancia, el otro hacía el trabajo de fuerza, situándose debajo de los coches y, mediante el uso de herramientas de corte -radiales y sierras eléctricas-, separaba la caja del convertidor catalítico del tubo de escape, en solo unos minutos.

Según las diligencias practicadas, los arrestados formarían parte de una organización criminal originaria de Europa del Este, que iría relevando a sus integrantes periódicamente en el país de destino, en este caso España, al objeto de evitar que fuesen identificados por la Policía.

Una vez alcanzado el botín, la trama almacenaba los catalizadores para su posterior traslado a otro emplazamiento donde extraían los materiales valiosos. El fin de estos metales sería su venta en el mercado clandestino. Se estima que las mafias pagan por estas piezas unos 80 euros por unidad.

Finalmente, los miembros de esta célula fueron arrestados en la ronda de la autovía, en Granada, después de que intentaran darse a la fuga. En el interior del vehículo en el que se desplazaban, los agentes les intervinieron un catalizador que habían robado ese mismo día en Málaga capital, además de varias herramientas y un gato hidráulico. Posteriormente, en un registro en el domicilio de los sospechosos, la Policía intervino otros 12 catalizadores y útiles para ejecutar los robos.

Ambos han ingresado en prisión de manera provisional

Los dos detenidos fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción número 4 de Granada, que decretó para ambos su ingreso en prisión provisional. La instrucción del caso ha sido llevada a cabo por el Juzgado de Instrucción número 2 de Málaga.