El sector agrario llega este miércoles hasta las calles de Murcia con tractores y camiones para protestar por una crisis estructural que les ha arrastrado durante los últimos años. Coag, Asaja y UPA son las organizaciones agrarias convocantes de una movilización que se espera que sea numerosa ya que todos los trabajadores del sector primario están llamados a un parón de la actividad. Reclaman negociación y medidas reales para rebajar los costes de producción y evitar los recortes de agua al Levante.

José Miguel Marín, presidente de Coag Murcia: "La temporalidad en el campo no es sinónimo de precariedad"

¿Qué ha pasado en dos años desde la última gran protesta en Murcia? 

Estos dos últimos años se han caracterizado por una subida de los costes de producción. Veníamos de unos costes caros, pero la subida en 2021 ha sido inédita, muy acusada en el sector agrario. La reforma laboral tampoco ha ayudado ya que no se ha tenido en cuenta al campo. Aquí se confunden dos cuestiones: la temporalidad no es sinónimo de precariedad. El sector agrario, sobre todo en las producciones de regadío, mantiene una temporalidad fuerte en su forma de contratación y esto no se ha reflejado suficientemente en todo el proceso normativo de la reforma. A esto sumamos la revisión del Plan Hidrológico de la cuenca del Tajo con los incrementos de los caudales ecológicos que supondrán una reducción de 100 hectómetros en los envíos por el Trasvase al Segura. Esto genera una situación de incertidumbre en cuanto a los regadíos. 

Han criticado mucho la reforma de la PAC.

La reforma de la PAC, aunque no está aprobada pero el Gobierno central ya ha remitido el plan estratégico a Europa, se ha gestado en 2021 y no estamos para nada de acuerdo. Tenemos que alzar la voz pidiendo ayudas para el secano. El regadío necesita agua y mercado, pero el secano necesita ayudas o, mejor dicho, pagos compensatorios para la actividad productiva. El apoyo económico también tiene que reforzarse para la ganadería extensiva. 

Si las movilizaciones de 2020 derivaron en un cambio de la ley de la cadena alimentaria, ¿qué esperan que ocurra tras esta protesta?

La administración central puede actuar eliminando o minimizando impuestos a determinados ‘inputs’ como la energía eléctrica o los combustibles. En cuanto a la planificación hidrológica, aunque las decisiones aquí tienen un componente técnico pero también político, se está a tiempo de tomar un cambio de rumbo. Respecto a los seguros agrarios o la reforma laboral, basta con sentarse a negociar con el sector. El plan de la PAC también tiene decisiones políticas por enmedio. Con los acuerdos con terceros países, la Unión Europea ha llegado a la hipocresía de apretarnos con propuestas como ‘De la granja a la mesa’ y, a su vez, abrir las fronteras a productos que no tienen un control fitosanitario. 

¿Cómo afecta el atasco en los trámites ambientales a sectores como el de la ganadería? 

A nadie se le escapa que la tramitación ambiental en Murcia no es lenta, es lentísima. Evidentemente no es bueno para nadie. Se han hecho reformas a lo largo de los años para agilizar esto, pero lo cierto es que no termina de solucionarse. 

Alfonso Gálvez, secretario general de Asaja: "Hay que sentarse en mesas de negociación con medidas eficaces"

¿Qué golpes siente que ha aguantando el sector en los últimos tiempos? 

Hemos visto cómo se han sucedido ataques al sector desde el propio Gobierno de la nación con las declaraciones del ministro Alberto Garzón; con la problemática del Mar Menor solo se ha puesto el foco de atención en los agricultores; se ha prorrogado el veto ruso sin ofrecer ayudas a los productores de verduras de España y se sigue produciendo competencia desleal con productos de terceros países al establecer condiciones para los cítricos de Sudáfrica, donde solo las naranjas pasarán por un tratamiento en frío dejando fuera a otros, y esto por la presión del lobby importador de ciertos países europeos. 

¿Qué medidas necesitan los agricultores y ganaderos de forma urgente?

Las reformas necesarias para seguir viviendo de la actividad. La ley de la cadena alimentaria que se ha aprobado se consiguió para tener una norma más estricta y rigurosa, para que las administraciones hagan un seguimiento de los contratos y que los productores no vendan a pérdidas. Necesitamos además medidas claras para atajar el incremento de los costes de producción o establecer políticas que abaraten los costes de la energía o el gasoil y otros insumos agrarios. Hay que sentarse en mesas de negociación con medidas reales y eficaces.

¿Cómo afecta la reforma laboral a los contratos en el sector primario?

La reforma nos limita mucho con el tema de los contratos temporales. En la Región somos pioneros en establecer la figura laboral del fijo-discontinuo pero aun así el sector requiere un cierto margen de temporalidad para hacer esos contratos frente a tareas típicas del sector como la recolección, plantación o poda en periodos muy concretos. 

¿Temen que la sequía se sume al carro de los problemas que afectan al campo? 

La sequía ya está afectando a los cultivos de secano. Como no llueva, se da por mermada la cosecha del cereal. Es verdad que esperamos una primavera lluviosa pero no depende de nuestras previsiones. La situación de cuenca es preocupante, estamos en prealerta con una capacidad de nuestros embalses del 43%. Esos recursos, cuando empiecen a elevarse las temperaturas y comience la campaña de regadío de primavera y verano, van a bajar sustancialmente. Una vez más se demuestra que no hay una planificación de los recursos hídricos y exigimos un plan hidrológico nacional, sin recortar el agua destinada al regadío.

Marcos Alarcón, secretario general de UPA Murcia: "Hay empresas familiares que piensan que no tienen relevo"

¿Se han deteriorado las relaciones entre la agricultura y la sociedad?

La última protesta se produjo poco tiempo antes de la pandemia y el sector obtuvo el reconocimiento de la sociedad, se valoró el esfuerzo que hizo por el abastecimiento de alimentos, pero posteriormente ha habido una serie de acontecimientos dirigidos por poca gente que hace mucho ruido y que ha influido en el prestigio social del sector. Por poner un ejemplo, lo que recibe el sector vía ayudas de la PAC vemos cómo se reciben luego críticas desde ámbitos distintos de la sociedad y se nos llama ‘subvencionados’.

¿Siente que se ha apretado más al sector agro que a otros?

En el último año ha habido varios cambios que han derivado en la necesidad de acometer inversiones y adaptaciones que se exigen con mayor celeridad sin periodos de adaptación ni ayudas ni apoyo. Vemos con una enorme preocupación el deterioro del regadío porque tenemos déficit de agua y por el secano no se está haciendo todo lo que se debería para garantizar la vida en los pueblos. El sector agrario está acostumbrado a cambiar. La manifestación de hoy no se produciría si no existiera la sensación de que no estamos siendo valorados. Todo esto deriva en que hay una sensación de que somos un sector que no está siendo debidamente tenido en consonancia con la relevancia estratégica que tiene la actividad que desarrolla. 

¿Qué problemas plantea esto?

Cuando la producción agraria está mayoritariamente en manos de otro tipo de explotaciones más industriales, no ligadas al territorio, el riesgo de deslocalización es mucho mayor sobre la economía de los pueblos. Tenemos a explotaciones familiares muy profesionalizadas, con un gran número de trabajadores a su cargo, que ya están pensando que no tienen relevo porque este sector no es atractivo para los jóvenes.

¿El sector está dispuesto a cambiar en lo que haga falta? 

Podemos aceptar que se aprueben reducciones en el uso de antibióticos en la ganadería o de los fertilizantes... El objetivo de ir a una agricultura más sostenible no nos preocupa siempre que se den plazos para llegar a esa meta y con ayudas. Y se necesita una inversión mínima en tecnología e investigación para sustituir los inputs que se quedan desfasados. No nos preocupa ir hacia una agricultura o ganadería menos agresiva con el medio ambiente pero a esto no nos pueden obligar de la noche a la mañana.