Roman Aseev, promotor de negocios del Instituto de Fomento de la Región en Moscú, cree que la posibilidad de que el conflicto entre Rusia y Ucrania acabe en un enfrentamiento militar es inferior a la probabilidad de un acuerdo. Da por hecho que solo habría nuevas sanciones a los productos que la Región ha seguido exportando a Rusia después del veto 2014 si finalmente llegara a producirse la intervención armada.

«Aunque puede parecer ilógico, la probabilidad de una guerra caliente no es muy alta. Las posibles sanciones tocarían sobre todo el sector de la industria de los hidrocarburos, que representa una baja participación en la economía de la Región de Murcia salvo unos casos puntuales. Sin embargo, una posible desconexión de Rusia del sistema internacional de transferencias SWIFT (la red de seguridad que conecta a miles de entidades financieras del mundo) sí que puede afectar notablemente el comercio entre Rusia y la UE en general», explica.

Su percepción es que los empresarios rusos ven la guerra «con probabilidad media o baja». A su juicio, «un acuerdo de algún tipo es mas probable que un conflicto militar en proporción del 70% al 30%».

Tras el veto impuesto por Moscú a las exportaciones de productos agrarios de la UE en 2014 se ha producido una caída de las ventas de la Región en Rusia, aunque algunas empresas sí han conseguido mantener este mercado.

«Aparte del sector de los vinos, que se encuentra bastante cómodo en Rusia, ahora se puede hablar tan solo de unas empresas concretas que tienen éxito en este mercado. Conocemos casos de éxito de algunas fábricas de mobiliario, productores de golosinas y equipos aplicados en la tecnología agrícola, entre otros».

Aseev explica que los proveedores murcianos han sido sustituidos por los productores «de la antigua orbita soviética: Uzbekistán, Azerbaiyán, sobre todo, así como Turquía, Marruecos y algunos países de Latinoamérica».

Considera que el consumidor ruso no identifica si los productos españoles que compra son de la Región o de otra comunidad autónoma, salvo en algunos casos concretos, como el de los vinos. «Por ejemplo, en los dos últimos años conjuntamente con el Instituto de Fomento llevamos a cabo catas de los vinos de las tres Denominaciones de Origen murcianas en las regiones rusas de Chelíabinsk, Novosibirsk, San-Petersburgo, Krasnoiarsk, Krasnodar y Vladivostok».

Roman Aseev cree «relativamente fácil» introducir productos murcianos en el país, «porque el producto español en Rusia sí que sigue gozando de buena fama. El pueblo ruso tiene cariño por España y sus productos».