La Región no ha conseguido alcanzar en 2021 ni siquiera las matriculaciones de coches del año anterior. Los concesionarios han terminado 2021 con unas ventas de 2.029 turismos menos que el primer año de pandemia, pero el número de vehículos matriculados ha caído a la mitad en comparación con 2019. La caída registrada entre enero y diciembre se sitúa en el 12%, según los datos facilitados por las patronales regionales, mientras que en toda España se han superado las cifras de 2020, aunque solo han logrado remontar un 1%.

Los concesionarios de la Región no acaban de explicarse los motivos de la caída que se ha producido el pasado año, dado que todas las regiones se han visto sometidas por igual a las dificultades que han tenido los fabricantes para conseguir los microchips que incorporan los vehículos y a los problemas logísticos que han provocado retrasos en el transporte marítimo.

José de la Cruz, presidente de Gretamur, la asociación de la Fremm que agrupa a las empresas concesionarias, considera «alarmante» que el pasado año solo se haya vendido el 50% de los coches que los murcianos estrenaron antes de la pandemia.

Entre enero y diciembre de 2021 se han matriculado 14.976 turismos, lo que supone un 11,93% menos que en 2020.

En cifra absolutas los murcianos han comprado 2.029 turismos y vehículos todoterreno menos que en 2020.

La mayor caída se registra en las compras de los particulares, que bajan el 14,71%, mientras que las matriculaciones de vehículos de empresas descienden un 6,36%.

En comparación con el año 2019, las ventas se han reducido a la mitad, dado que antes de la pandemia se llegaron a matricular en la Región 29.959 coches y vehículos todoterreno.

Solo los particulares adquirieron más de 18.000 vehículos, mientras que las empresas compraron cerca de 10.900.

El pasado mes de diciembre se vendieron en la Región 1.705 turismos, un 16,22% menos que el pasado año.

En relación a diciembre de 2019 las ventas también caen a la mitad, dado que hace dos años se alcanzaron las 2.484 matriculaciones.

El descenso refleja la misma proporción si se cuentan también los vehículos industriales. En total, las ventas rozaron el pasado año los 18.000 incluyendo las furgonetas y los vehículos de transporte, lo que supone casi 2.600 menos que en 2020.

Estas cifras quedan muy alejadas de los 35.709 matriculados en 2019, que también duplican a las del año que acaba de terminar.

El presidente de los concesionarios no descarta que esta caída pueda deberse a «una menor recuperación de la capacidad de consumo» de los murcianos, a pesar de los datos favorables que ofrecen algunos indicadores económicos.

No obstante, cree que las cifras también pueden estar condicionadas por la tendencia de las empresas a recurrir al renting de vehículos en lugar de comprarlos, dado que esta fórmula de alquiler tiene ventajas fiscales. A su juicio, «como las compañías de renting están en Madrid», estas matriculaciones no se computan en la Región.

Apunta incluso que puede haber disminuido la compra por parte de las empresas de alquiler sin conductor, que matriculaban los coches con intención de venderlos después en el extranjero. «Hay mercados en los que estos vehículos están más caros», a los que se exportaban entre 800 y 1.000 vehículos seminuevos cada año.

El Impuesto de Matriculación encarece la compra

La subida del Impuesto de Matriculación que ha entrado en vigor el 1 de enero encarece el precio de los vehículos nuevos, por lo que puede suponer otro varapalo para los concesionarios de la Región. Las modificaciones introducidas en este tributo penalizan sobre todo a los vehículos que generan más emisiones contaminantes y pueden elevar el precio de compra hasta en 1.000 euros.

Unos 4.500 compradores están en lista de espera

La crisis que la escasez de microchips ha provocado en la industria automovilística internacional mantiene a unos 4.500 compradores murcianos en lista de espera, según las estimaciones de José de la Cruz, presidente de Gretamur, la asociación de la Federación e Empresarios del Metal (Fremm) que agrupa a los concesionarios de la Región. La falta de suministros obligó a muchos fabricantes a reducir el ritmo de producción, lo que impide a las concesionarias atender la demanda real que existe en el mercado a pesar de la pandemia.

Según sus cálculos, los plazos de espera para los compradores murcianos «rondan entre los tres y los seis meses, dependiendo de las marcas». Sin embargo, precisó que en muchos casos «los concesionarios sí tienen coches en stock», aunque no reúnen todas las exigencias a las que aspira el comprador.

Este retraso provocó durante meses un traslado de la demanda a los vehículos de ocasión, que dio lugar, a su vez, a un elevado aumento en las compras de coches de segunda mano. Sin embargo, también este mercado ha acabado sufriendo las consecuencias de la escasez de seminuevos, dado que al reducirse las matriculaciones de los vehículos de alquiler también se ha limitado la disponibilidad de coches usado. Las patronales lo atribuyen al hecho de que el vehículo de ocasión «funciona como una cadena de transmisión», por lo que se ve afectado también por «la falta de stock de vehículos de cero a cinco años».