El ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) y el Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura negociarán los próximos dos meses un convenio para el uso de la desalación en el Levante español que sustituya al contrato «abusivo» de adhesión que según el presidente del Scrats, Lucas Jiménez, se les había impuesto desde Acuamed a 81 céntimos el metro cúbico de agua para regadío.

El propio Jiménez, en un encuentro con periodistas en la sede del sindicato, explicó que Acuamed se declaró «irresponsable» de lo que pudiera ocurrir, lo que para los regantes supondría ser poco operativos a la hora de gestionar los contratos eléctricos con las constantes subidas del precio de la energía, factor clave en la producción de agua desalinizada, además de que proponían una comisión de seguimiento con el voto de calidad del presidente de la sociedad estatal, Francisco Baratech, que en su día les apremió a la firma del convenio. 

La situación actual del precio energético hace «inviable» ese tipo de recurso hídrico para la agricultura porque «se está hablando de cifras que rondan los 1,32 céntimos de euro por metro cúbico, cuando los 81 céntimos del convenio propuesto por Acuamed suponen un total de 810.000 euros por hectómetro cúbico, frente a los 40.000 euros que paga de media el regante español», sostienen desde Scrats.