El doctor Lluis Montoliu, biotecnólogo, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y divulgador, visita este lunes la Región de Murcia para impartir dos conferencias en los institutos Saavedera Fajardo de Murcia y Vega del Táder de Molina. Los encuentros de divulgación científica han sido organizados por la Fundación de Estudios Médicos de Molina de Segura (FEM) y se enmarcan en las actividades de ‘jóvenes investigadores’.

En la conferencia ‘Ciencia para todos: edición genética y vacunas ARN’ se dirigirá a alumnos de Secundaria. ¿Cómo se hace llegar la ciencia a este público?

Se trata de una iniciativa para llevar la ciencia más actual a alumnos de Secundaria, por lo que está adaptada a este tipo de público. No es cierto que los jóvenes no quieran saber de ciencia, todo depende de cómo se les cuente. En el encuentro abordaré cómo las herramientas de edición genética nos permiten cambiar letras de nuestro genoma y así logramos curar enfermedades. Y, por otro lado, hablaré sobre la tecnología de las vacunas ARN mensajero como son el caso de Pfizer y Moderna, que se basan en una tecnología muy nueva.

¿Esta tecnología ha ‘despegado’ con las vacunas?

La tecnología ARN mensajero no sólo vale para las vacunas sino también para tratar con edición genética. La tecnología que nos ha permitido tratarnos para la covid nos permitirá curar otras muchas enfermedades. Las personas que están detrás de este hallazgo han hecho una contribución enorme, científicos que acaban de recibir el premio Princesa de Asturias.

¿Ha despertado el coronavirus el interés de la población por la ciencia?

Esa es una de las alegrías de la pandemia. La población ha visualizado que de este problema sólo nos puede sacar la ciencia, lo que nos ha permitido desarrollar las vacunas y los primeros antivirales, que ya empiezan a llegar.

¿Cuándo llegarán esos antivirales y nos podremos tratar con una simple pastilla?

Los antivirales nos permitirán tratar a la población con covid, ya que hasta ahora no hay ningún tratamiento para eliminar una carga del virus tan grande. El primer antiviral ha sido aprobado en EEUU y pronto llegarán a Europa. Pero sólo son la primera generación de antivirales.

Este interés por la ciencia ha llevado a que muchos ciudadanos se cuestionen aspectos de las vacunas que hasta ahora nunca les habían importado...

Las campañas de la gripe han funcionado durante muchos años y todos se ponían la vacuna sin preguntar nada, se confiaba en la Sanidad. Y aunque España es uno de los países en los que aún más se confía, la avalancha de información científica ha hecho que muchos ciudadanos lo cuestionen. Debemos tranquilizar a la población porque todas las vacunas pasan un proceso de validación muy estricto y sólo llegan al final las que son seguras.

Usted acaba de publicar el libro ‘Editando genes: recorta, pega y colorea’, el que ha sido el primer libro en español sobre la tecnología CRISPR de edición genética que está revolucionando el mundo. ¿Ha entrado la edición genética con fuerza en los laboratorios?

Ya está aquí y ese es uno de los mensajes que trasladaré en esta próxima conferencia. Esta tecnología ya se está usando en proyectos con plantas, con animales, con personas... Hay casos de personas con enfermedades de la sangre que necesitaban transfusiones constantes y que gracias a la edición genética se han curado.

«Comer un tomate tratado genéticamente puede ayudar a regular la hipertensión»

Gracias al ‘copia-pega’ genético...

No es ciencia ficción, ni hablamos del futuro sino que es ya el presente. Los primeros experimentos se hicieron en enero de 2013 y ocho años después ya hay pacientes que han sido tratados. Ha tenido una evolución muy rápida.

¿Qué aplicaciones puede llegar a tener la técnica CRISPR?

Las aplicaciones no son solo en salud sino también en alimentación y con plantas que se adaptan a las condiciones, por ejemplo, de sequía, como en Murcia. En Japón se ha logrado el primer tomate tratado genéticamente y que contiene más componentes de un neurotransmisor que disminuye la presión sanguínea, por lo que las personas con hipertensión moderada pueden optar por comerlo como complemento a la medicación. Comer un tomate tratado genéticamente puede ayudar a regular la hipertensión. Pero también hay un maíz en EEUU con mayor cantidad de amilopectina y que lo hace más adecuado para el consumo o un trigo en España con menos gliadinas (proteínas del gluten) y que puede ser consumido por personas celíacas. Ya tenemos los primeros alimentos con características adicionales obtenidos mediante la técnica CRISPR.

La edición genética en agricultura es habitual, pero ¿llegará también a los animales, a la ganadería?

Hay varias propuestas en marcha. Cerdos tratados con edición genética para que sean más fuertes ante enfermedades propias de las explotaciones ganaderas y también transformados para que sus órganos seas trasplantados a humanos, los xenotrasplantes. El primer experimento hecho con humanos se conoció en septiembre y esto nos permitirá ayudar a personas que se encuentran en lista de espera para recibir un órgano. Los órganos de animales no serán la solución, no sustituirán al órgano humano de forma definitiva, pero permitirá a los pacientes ganar tiempo cuando estén en lista de espera mientras que llega el que necesitan.

El Archivo de Ratones Mutantes tiene unas 7.000 líneas

El doctor Montoliu dirige el grupo español del Archivo Europeo de Ratones Mutantes, una iniciativa que arrancó hace ya varios años y que permite que los investigadores de biomedicina no tengan que repetir experimentos que otros ya han hecho anteriormente, dando la opción a compartir los resultados. 

«En el Archivo Europeo de Ratones Mutantes tenemos más de 7.000 líneas de ratones modificados genéticamente de las que cada una se corresponde con el modelo de una enfermedad distinta», explica el investigador.

De esta forma si alguien quiere investigar sobre una enfermedad concreta consulta cuál es el modelo que necesita y evita tener que partir de cero.

En este caso, el archivo no cuenta con los animales vivos sino que lo que almacena es el esperma congelado o los embriones de esas líneas de investigación, muestras que se descongelan cuando es necesario. «Además de optimizar los recursos y facilitar el trabajo a los investigadores se reduce el número de animales usados para ciencia cumpliendo las tres ‘R’, reemplazo, reducción y refinamiento de los mejores métodos para el animal», afirma.