Antonio Luis Aracil ha sido galardonado con uno de los Premios del Transporte 2020.

¿Qué supone para usted el premio de FROET?

Es un gran prestigio recibir este galardón de FROET, representando a un sector tan castigado con la pandemia y que otros compañeros, sin lugar a dudas, también se lo hubieran merecido por su heroica resistencia en esta crisis turística.

¿Cómo nació y ha crecido su empresa? ¿Qué proyectos tiene?

La empresa la fundó mi padre, Luis Aracil, en la década de 1960, llevando trabajadores de la vendimia a Francia con un Chévrolet. Más tarde adquirió una furgoneta DKV-Mercedes y un Barreiros, incrementando la flota, hasta su fallecimiento en 1983. En ese momento continuamos en la gestión su viuda Asunción Salar y sus dos hijos, mi hermano Abilio y yo, hasta su constitución en entidad jurídica en 1996 con la actual denominación Aracil Bus SL. A día de hoy, la empresa cuenta con 39 autobuses de distintas capacidades, de los que el 40% son vehículos adaptados para personas de movilidad reducida. El objetivo inmediato es mantenernos a flote hasta que se logre vencer esta enorme crisis en la que estamos inmersos a causa de la covid-19, para más adelante emprender nuevas inversiones en renovación de flota.

«Nuestro sector es clave en el tejido productivo y elemento fundamental para la reactivación de la economía»

¿Les está afectando mucho la subida del precio de los carburantes?

El incremento diario de los precios del gasoil está machacando nuestras cuenta de resultados, lo que unido a otros factores como el incremento desmesurado que se está dando en el IPC, la situación que se está produciendo de desabastecimiento internacional de la energía o de componentes o la implantación de nuevos tipos impositivos como los peajes por uso de autovías, repercutirá inevitablemente en este sector ahondando muchísimo más la crisis.

¿Cuáles considera que son los principales problemas del transporte?

Caducidad de los autobuses a los 16 años para realizar transporte escolar, cuando en países vecinos de la Unión Europea no existe tal limitación, siendo suficiente que los autobuses pasen sus revisiones periódicas de ITV. La normativa sobre conducción y descanso está unificada con mercancías, y son escenarios totalmente diferentes. Por ejemplo, un conductor escolar que conduzca de lunes a viernes 3 horas diarias, el sábado o el domingo ya no podrá realizar una excursión pues debe tomar el descanso semanal de 45 horas. Las importantes inversiones en las nuevas tecnologías digitales y medioambientales que tenemos que abordar de modo inmediato para la adaptación de las flotas.

¿Cree que deberían cambiar en algo las normativas del transporte de autobuses?

El transporte en autobús conforma un gran tejido empresarial que no se sostiene y la normativa debería adaptarse para intentar salvar a este sector, pues es clave en el tejido productivo y elemento fundamental para la reactivación de la economía.