El Mar Menor está en una situación «extremadamente crítica», tanto que «las próximas horas, días y semanas» serán cruciales para que no se vuelva a repetir otro episodio de anoxia -como el vivido en octubre de 2019 o el pasado mes de agosto en la laguna salada y en la que murieron miles de peces- ante las previsiones meteorológicas de los próximos días y las mediciones efectuadas.

El consejero de Medio Ambiente, Antonio Luengo, compareció a última hora de ayer por la tarde para informar sobre el estado actual que presenta la laguna tras la reunión que mantuvo con los expertos del grupo de trabajo de Ecología Lagunar.

Durante su comparecencia, el responsable de Medio Ambiente advirtió de que si finalmente la laguna sufriese otro episodio de anoxia, el Gobierno regional «no podría hacer nada porque venimos pidiendo al Ministerio que nos autorice a oxigenar el agua, pero no nos ha dejado».

«Es necesario tomar medidas urgentes para prevenir, o al menos paliar, la pérdida de biodiversidad que pudieran comprometer la recuperación del sistema», explicó el consejero, que estuvo acompañado también por el Jefe de Servicio de Pesca y Acuicultura, Emilio María Dolores, y por el director del Imida, Víctor Serrano.

La voz de alarma sobre el actual estado del Mar Menor la daba horas antes el presidente regional, Fernando López Miras, quien advertía de que la cubeta sur de la laguna se encontraba en una situación «crítica», similar a la sufrida el pasado mes de agosto, y en la que se estaban formando nuevas bolsas sin oxígeno, por lo que urgió a que se permita abrir la gola de Marchamalo para mejorar la situación y evitar así la muerte de miles de ejemplares de la fauna y flora del ecosistema murciano. Si el Gobierno central no autoriza la apertura de la gola, señaló Miras, el Ejecutivo murciano recurrirá a los tribunales y pedirá amparo judicial para aplicar esa medida que, insistió, es «solicitada por los científicos».

El comité científico reunido ayer por la tarde en la Consejería de Medio Ambiente acordó también llevar a cabo una modelización para analizar de forma ‘simulada’ el intercambio de agua con el Mediterráneo y evaluar así el alcance de la recuperación del calado de la gola de Marchamalo, al tiempo que avanzar en la definición de los protocolos con que se llevaría a cabo tal actuación.

«Necesitamos tener examinada y definida esa actuación para llevar a cabo la actuación de forma preventiva cuando nos den autorización», defendió el consejero, quien volvió a recordar que desde el Gobierno regional llevan «años actuando en origen» pero también llevan «tiempo» exigiendo al Gobierno central actuaciones para lograr salvar la laguna: «Necesitamos disminuir el nivel freático y el cese de agua dulce con nutrientes al Mar Menor. Es importante reducir los vertidos a través de la rambla del Albujón», sostuvo.

Asimismo criticó que tras la visita el pasado mes de agosto de la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, a la laguna, la Comunidad no ha recibido todavía ni propuestas ni ayudas económicas para llevar a cabo una recuperación efectiva del Mar Menor: «Llevamos muchos años recibiendo negativas por parte del Gobierno de España».

Por último, recordó que la Consejería envió el pasado lunes una carta a la Dirección General de la Costa y el Mar en las que pedía «las actuaciones necesarias para paliar los daños que este nuevo episodio de anoxia puede provocar sobre un ecosistema que se encuentra en una situación de fragilidad».

El Instituto Español de Oceanografía advirtió hace unos días, en un informe al que tuvo acceso LA OPINIÓN, de que no existen «evidencias científicas» suficientes para ejecutar el dragado de la gola de Marchamalo, calificando la propuesta de temeraria.