Al décimo día de que el Mar Menor atravesase otra crisis ecológica con la aparición de cientos de miles de peces muertos en sus orillas, la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, pisó el terreno para comprobar los daños medioambientales y para reunirse con los alcaldes y organizaciones ecologistas y vecinales con el fin de valorar las actuaciones que necesita la laguna para recuperarse. La vicepresidenta tercera del Gobierno central, en una comparecencia ante los medios en el Ayuntamiento de Los Alcázares ayer, reclamaba antes de todo el respeto a la comunidad científica, a las leyes que regulan la protección del Mar Menor y respeto también a los colectivos sociales implicados en el ecosistema. Ribera no mencionó por la mañana, al igual que no hizo por la tarde en su reunión con el presidente Miras, actuaciones a corto plazo como las que plantea el Gobierno regional pero cree prioritario centrarse en el origen del problema: la contaminación por nitratos del acuífero cuaternario del Campo de Cartagena y el Mar Menor.

Para ello, la ministra plantea entre otras opciones la de crear un corredor verde que cerque el Mar Menor y en este sentido ello no descarta la compra de terrenos agrícolas para su revegetación o el pago por servicios ambientales a los agricultores que cedan sus parcelas con el fin de crear infraestructuras ‘verdes’ que ayuden a retener escorrentías y vertidos con nutrientes que corran en superficie.

La vicepresidenta ponía el ejemplo de una «esponja» que en los primeros kilómetros de costa de la laguna actúe de filtro verde, con la recuperación de algunos humedales, un espacio «que acelere ese proceso de recuperación de carga contaminante que pueda quedar». La responsable de Transición Ecológica, con cautela, señalaba esta opción entre otras para minimizar también el impacto de las escorrentías tras episodios de fuertes precipitaciones en un territorio donde gran parte de los vecinos viven en zonas inundables.

Esta actuación estaría enmarcada en la nueva estrategia que el Ministerio quiere plantear para la cuenca vertiente al Mar Menor, una nueva visión del problema y de cómo abordarlo rechazando el plan Vertido Cero que se aprobó durante la última legislatura del Partido Popular en el Gobierno central.

Ribera cree que este plan «está desfasado» y medidas como retomar la extracción de agua a través de una red de pozos de la cuenca no entra en los planes de la CHS y el Ministerio. Por la tarde, en Murcia, se mostró receptiva ante la petición del presidente regional, Fernando López Miras, de finalizar algunos proyectos de este plan. El plan Vertido Cero «sobredimensionaba» hasta ocho veces más la descarga del acuífero en las ramblas de la cuenca.

Este programa de restauración de la laguna en el que quiere avanzar el Ministerio iría acompañado de un «seguimiento del Instituto Español de Oceanografía y de los científicos que permita de manera constante tener los datos para evaluar el estado del ecosistema».

No va contra la agricultura

La ministra ha advertido de que cualquier restricción que se plantee para el campo de Cartagena no iría contra la agricultura sino, más bien, es una defensa hacia la mayoría de los agricultores, porque son «unos pocos los que han incumplido la ley». Ha prometido una reunión la próxima semana junto con representantes de las comunidades de regantes para abordar actuaciones conjuntas que ayuden a la regeneración de la laguna.

«No es posible que por miedo de aplicación de la ley» unos pocos contaminen el Mar Menor y «no caben disculpas. Ya está bien de mirar a otro lado», subrayó, pues se pueden ver perjudicados todos los sectores económicos en torno a la albufera.