Calor

El termómetro no da tregua

La ciudad de Murcia bate el récord de temperatura máxima de 1994 con los 46,1 grados

Un termómetro de Murcia marca 50ºC.

Un termómetro de Murcia marca 50ºC. / Juan Carlos Caval

L.O.

El calor no da tregua y bate récords. La ciudad de Murcia registró ayer su máxima temperatura, que hasta ahora estaba en los 45,7 grados centígrados registrados en 1994, tras alcanzar los 46,1 grados a las 16.22 horas de este domingo, según lo confirmó la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

La alerta roja que estaba activa ayer en algunas de las comarcas de la Región de Murcia trajo junto con la capital altas temperatura durante la jornada de este domingo: Cieza marcó 45,3 grados, en Caravaca de la Cruz hubo 44,5 grados, en Yecla se registró 43,9 grados y Lorca llegó a los 43,6 grados.

Después de haber alcanzado el pico máximo de esta primera ola de calor del verano, la Región deja atrás la alerta roja para pasar a amarilla este lunes y desactiva los nivel de alerta por partículas contaminantes PM10 en la atmósfera, que ha estado vigente desde el pasado viernes por la entrada en la península y Baleares de una masa de aire de origen sahariano.

Las temperaturas descienden este lunes a pesar de seguir con la ola de calor. El Noroeste, Altiplano, Valle del Guadalentín, Lorca y Águilas están en alerta amarilla y las temperaturas podrán alcanzar los 39 grados. Según han informado fuentes del Centro de Coordinación de Emergencias, la alerta se inicia a las 13 horas y finaliza a las 21 horas. Además, la Aemet prevé para hoy cielos con intervalos de nubes medias y altas y nubosidad de evolución, con probabilidad de tormentas secas ocasionales en las sierras del interior.

Personas sin hogar, bajo techo

Los termómetros en las calles de Murcia llegaron a marcar 50 grados ayer. El Ayuntamiento de Murcia y diversas ONG, ante la alerta roja, habilitaron el pabellón Cagigal para que personas sin hogar pudieran resguardarse del calor. Unos 40 sintecho hicieron uso del pabellón con aire acondicionado, alimentos, colchonetas con ropa de cama y toallas para ducharse.

El polideportivo, como ya se hizo el 12 de julio con la llegada de la ‘bestia africana’, se acondicionó para acoger a personas vulnerables a la ola de calor, entre las 10.00 y las 22:00 horas. «Ha acudido mucha gente por la mañana para resguardarse de las horas de más calor porque ha tenido bastante difusión», explica el jefe del Servicio de Emergencia y Atención Social, José Morales. El aforo era de cincuenta personas y han podido pernoctar allí. También por precaución, muchos parques y jardines estuvieron cerrados y el Ayuntamiento repartió gorras y agua por las calles de la capital.

Trabajadores del campo, desprotegidos

Los trabajadores del campo en la Huerta de Murcia exigen una jornada intensiva que los proteja en olas de calor tan intensas como la de estos días. El pasado año murió en la comunidad un temporero debido a las elevadas temperaturas, pero no se han producido mejoras.

Mustapha Boukhbiza, de 58 años, recoge limones en una finca de Corvera y cuenta que lleva trabajando más de trece años en la huerta murciana, que cobra 6,30 euros la hora (algunos temporeros en situación irregular apenas llegan a los 20 euros por toda una jornada) y que no sabe si podrá «seguir así mucho tiempo». Hace unos días, por ejemplo, tuvo una insolación. «Todavía me duele la cabeza», dice. «Aquí siempre hace calor, pero cada vez hace más», continúa, confirmando el diagnóstico de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet): las olas de calor se han duplicado en España durante la última década. Según el último informe del IPCC, el ser humano ya ha provocado cambios sin precedentes en el clima, con fenómenos meteorológicos extremos cada vez más frecuentes.

«Lo único que pedimos es dejar de trabajar a la una del mediodía, para que nuestra salud no corra peligro -dice Boukhbiza-. Pero parece algo imposible de conseguir». Sindicatos y activistas llevan años denunciando la desprotección de los trabajadores del campo ante las olas de calor.