Para frenar a los inmigrantes que intentan cruzar el Mediterráneo, la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex) ha llevado adelante un proyecto piloto de vigilancia por satélite en el mar para interceptar las ondas de radios emitidas por los radares marítimos, los transpondedores AIS, los teléfonos vía satélite y otros aparatos que permiten la geolocalización de personas. Así lo ha revelado el diario italiano Domani, tras una investigación periodística en la que también se ha usado información oficial de instituciones europeas y pesquisas de oenegés.

Según el periodista Andrea Palladino, autor de la investigación, el programa es fruto de una colaboración con la empresa estadounidense de análisis geoespacial HawkEye360, a la que en el 2019 le fue adjudicado un contrato (sin convocatoria de concurso) por un millón y medio de euros.

«A inicios de julio, HawkEye360 completó el lanzamiento de sus últimos microsatélites para interceptar radiofrecuencias. Hoy puede contar con una red de nueve satélites activos», ha subrayado Palladino.

Industria militar

«El primer problema es que se trata de una tecnología muy invasiva, que permite conocer la geolocalización del interceptado y los datos de identificación del barco, y que potencialmente también podría usarse para interceptar comunicaciones terrestres», ha explicado el periodista a esta redacción. «El otro problema es que estos satélites no son públicos, son de una empresa privada no europea y ligada a la industria militar estadounidense, que los adquiere y los vende a quienes pagan», ha añadido. Para Palladino, el programa es una especie de ‘NSA del Mediterráneo’.

En julio, un informe de Privacy Internacional (PI) se refirió y criticó el programa usado por Frontex. En el documento, la organización recordó que, a pesar de que la tecnología se podría usar para salvar vidas en el Mediterráneo, un informe del Consejo de Europa dijo que la información recogida por «aviones, drones y satélites» se comparte «incluso con las autoridades de Libia», país donde abundan las denuncias de violación sistemática de los derechos humanos y con el que Italia mantiene un acuerdo para que intercepten pateras.

«Tanto el informe del Consejo Europeo como la Comisión Europea confirmaron que se ha compartido información sobre situaciones de emergencia a las autoridades libias», ha confirmado a este diario Edin Omanovic, el director de abogacía de TI.

Según afirma Omanovic, existiría también un segundo programa del que se sabe poco por la «endémica falta de transparencia de Frontex». En el caso de HawkEye360, Frontex reconoció, en un correo enviado a Palladino, que uno de los objetivos es «combatir la inmigración ilegal» pero negó que los datos recogidos sean distribuidos «fuera de Frontex».

Sellar las fronteras

El caso constituye una sombra más sobre las políticas para sellar las fronteras europeas, después de que se revelara que Grecia ha desplegado en sus fronteras cañones de sonido para disuadir a inmigrantes irregulares, Croacia ha sido acusada de prácticas abusivas e ilegales en la frontera que comparte con Bosnia e Italia ha sido señalada por devoluciones ‘en caliente’ a Eslovenia.

En el caso de España, en concreto de la Región de Murcia, el goteo de barcazas, especialmente con buena mar en meses estivales, es constante.