La Consejería de Educación esquiva cualquier conflicto legal y establece un pin parental descafeinado por el que los centros educativos sólo tendrán la obligación de informar a los padres de las actividad complementarias siete días antes de que se lleven a cabo y contando con la presencia en el aula de al menos un profesor. El departamento de la consejera Mabel Campuzano ha enviado a los colegios e institutos las instrucciones de inicio de curso 2021/2022, en las que la regulación de las actividad complementarias regresan al texto normativo como ya se hizo en el curso 2019/2020, pero con un postulado entonces mucho más duro y que llevó al Ministerio de Educación a llevar a los tribunales el veto parental que planteó entonces el Gobierno regional.

Con la formulación elegida, que ya avanzó LA OPINIÓN, la Consejería de Educación obligará a los centros educativos a que informen de forma detallada (quién dará la charla, qué materiales se van emplear, qué contenido se impartirán, la duración...) de todas las actividad complementarias que se vayan a impartir por personas ajenas al centro y a su claustro. En este caso, Educación no señala en ningún punto de las instrucciones para el próximo curso que esta charlas o talleres deban estar impartidas por un funcionario o persona vinculada a una institución pública.

Educación, así, no pedirá autorización a los padres para que sus hijos vayan a no a estas actividades aunque si serán informados siete días antes. Precisamente, tras anunciar la consejera cómo quedaría reflejado el pin parental para el próximo curso, sindicatos y la oposición política al Gobierno regional criticaban que con la información previa a los padres se permitía que estos pudieran decidir si su hijo iba o no a clase el día de la actividad programada. La Consejería señala al respecto en el propio articulado que esto se establece "en aras de la transparencia de la administración educativa y el fomento de la implicación de las familias en la formación de sus hijos". De esta forma, el pin parental se limita a informar, pero como señaló Campuzano en la entrevista a este periódico, la Consejería delega en los padres la potestad para decidir si el alumno asiste o no. "Si dan una charla sobre tauromaquia y el padre no lo ve pertinente, decidirá él y según su criterio. Será a nivel informativo, que ya nos parece importante y persuasivo", señaló entonces la consejera.