La pandemia se ha llevado a los camareros. Los restaurantes, bares y pubs de la Región de Murcia buscan como el bien más preciado a estos trabajadores, a quienes recurren de nuevo tras el fin del estado de alarma, la llegada del verano y el aumento del turismo y, por consiguiente, de clientes. Pero no los encuentran, o al menos no lo hacen con tanta facilidad como la que había antes de que la crisis sanitaria del coronavirus entrase de lleno en nuestras vidas.

Prueba de esta falta de trabajadores para el sector hostelero se encuentra en la herramienta de empleos de Google, que recoge, tan solo en la última semana, decenas de ofertas de negocios que buscan camareros en la Región de Murcia. Si la búsqueda se extiende a las publicaciones hechas en el último mes, la demanda de trabajadores se dispara. 

«Restaurante situado en Murcia necesita cubrir una vacante de ayudante de camarero o camarera. Requisitos: mucho interés en formarse y desarrollarse profesionalmente en la rama de hostelería. Se buscan personas con actitud, empatía, puntualidad, buena presencia, compromiso, saber estar y ganas de trabajar», anuncia una de estas empresas en un portal de trabajo. Carteles, mensajes, WhatsApp, llamadas a contactos... No hay cómo dar con ellos.

«Los trabajadores que se dedicaban a la hostelería han emigrado a otros sectores por la incertidumbre laboral que el panorama político nos estaba dando. Hay que recordar que nuestros hosteleros han sufrido tres cierres muy largos en el último año. La mayoría de ellos se han ido a los sectores de la logística y de los supermercados, que han incrementado mucho su trabajo durante la pandemia», sostiene Laura Mateo, secretaria general de la asociación HoyTú.

«Como cerraban nuestros negocios sin decirnos cuándo nos iban a abrir, padres y madres de familia necesitaban algo más seguro porque esto era un sinvivir y han tenido que buscarse las habichuelas en otros sitios. Cuando hemos vuelto a buscarlos, ya no estaban», lamenta Mateo.

El ocio nocturno, más afectado

Aunque esta situación ha afectado por igual a todos los empleados de la hostelería regional, la secretaria general de HoyTú remarca que los que se dedicaban al ocio nocturno «han sido los primeros en emigrar, ya que prácticamente han estado cerrados desde el verano de 2020 hasta el pasado mes de junio. Además, solían ser personas que compatibilizaban el trabajo con los estudios».

Miembros de HoyTú, asegura Mateo, han mantenido en los últimos días diversas reuniones con entidades de formación, así como con el Ayuntamiento de Murcia, para tratar de ‘tirar’ de la bolsa de trabajadores: «Nosotros nos comprometemos a colaborar en la formación de los alumnos y poder incorporarlos al mercado laboral en el futuro», finaliza.

Por su parte, Teresa Fuentes, secretaria general de la Federación de Servicios de Comisiones Obreras en la Región de Murcia, afirma que es vital «que suban los salarios para poder encontrar más camareros. Hay que mejorar las condiciones laborales y salariales del sector; construir un empleo con derechos, acabar con la pobreza laboral y atajar la desigualdad», sostiene.

El salario también importa

Fuentes pone el acento en la «precariedad laboral» que sufre la hostelería en la Región de Murcia: «El problema de que no encuentren camareros ni personal cualificado es que los salarios del convenio de hostelería de la Región son muy bajos, entre otras cosas porque lleva trece años sin negociarse. No puede ser, por ejemplo, que el de Alicante sea más alto y se lleguen a cobrar hasta 300 euros más por el mismo trabajo que desempeñan aquí en Murcia».

A este problema se suma, según la sindicalista, «el fraude en la contratación» y cómo afecta a la economía sumergida de la Comunidad: «Muchos empleados estaban siendo contratados de forma temporal a tiempo parcial. Pero realmente, aunque en sus contratos ponga que deben trabajar cuatro horas, luego trabajan más. Son horas que se pagan en negro y que no se cotizan».

Tras la pandemia del coronavirus, esto ha supuesto que todos aquellos que han entrado en un ERTE han cobrado el 70% de lo que realmente debían cobrar: «Mucha de esta gente ha tenido que ir a las colas del hambre o a Cáritas para pedir alimentos porque no les llegaba su salario». 

Para Fuentes, la Administración regional «debería ser la primera en poner herramientas y lanzar actuaciones concretas» para impulsar el empleo y evitar que este fraude se siga cometiendo, «porque aporta entre el 20 y 25% de la economía sumergida en la Región».

Otro de los hándicaps para el sindicato, aparte de la negociación del convenio a partir del próximo mes de septiembre, es que es un sector «muy complicado de movilizar. Hay poca estructura sindical porque la mayoría de bares y negocios no llegan ni a seis trabajadores, que es lo mínimo que se necesita para sacar un representante sindical», puntualiza Fuentes.