Ya hay glaciares que han desaparecido para siempre después de haber estado ahí miles de años. Esto es lo que ha sucedido con el glaciar Okjokull, en Islandia, por el que hace dos años se ofició un ‘funeral’, con asistencia de numerosas personas y con la colocación de una placa que deja constancia de hasta dónde puede llegar la depredadora acción del hombre. Allí donde siempre hubo una masa helada perpetua, ahora solo hay roca desnuda. Y, hace aún menos tiempo, los científicos declararon oficialmente extinto el glaciar Ayoloco, en México, donde también se instaló una placa dejando constancia de que «aquí existió un glaciar».

La subida del nivel del mar que el calentamiento global provoca en el planeta está producida por varios factores: la expansión térmica (a mayor temperatura, el agua ocupa más volumen) y el derretimiento de la capa de hielo posada sobre Groenlandia, la Antártida y... los glaciares. Al fundirse, casi todo el agua que acumulan va a parar al mar, proporcionando un aporte ‘extra’ que no tenía previsto el sistema natural del planeta. En realidad, los glaciares son responsables del 25% del aumento del nivel del mar, según los expertos.

Situación del mismo glaciar en 2012. | JAMES BALOG/N. GEOGRAPHIC

Estas grandes masas de agua dulce helada llevan más de medio siglo retrocediendo ante el avance imparable del cambio climático. El calentamiento ya ha derretido más de 9,6 billones de toneladas de hielo glacial en el mundo desde 1961, según desveló en 2019 un estudio de la Universidad de Zurich (Suiza), y amenaza con evaporar más de un tercio de los glaciares para 2100, tal y como vaticina el Fondo Mundial para Naturaleza (WWF).

Aspecto del mismo glaciar en el año 2012, con mucho menos hielo. | J. BALOG/N. G.

El comportamiento de estas masas recuerda mucho al de los ríos, a los que alimentan durante los deshielos, y su velocidad depende de la fricción y la pendiente del terreno por el que avanzan.

2009

De hecho, el derretimiento de los glaciares ha contribuido a la crecida de los océanos en 2,7 centímetros desde 1961. Pero eso no es nada comparado con lo que puede llegar a suceder, pues los glaciares del mundo tienen hielo suficiente —unos 170.000 kilómetros cúbicos— como para aumentar el nivel del mar en casi medio metro.

2012

El derretimiento se acelera

Es de suponer que no derretirán todos (dependerá de la firmeza de las decisiones que tome la humanidad), pero los científicos están preocupados: cada nuevo estudio que realizan desvela una situación más alarmante y se confirma que los glaciares se están derritiendo a marchas forzadas.

En concreto, estas formaciones heladas están perdiendo en la actualidad un 31% más de nieve y hielo por año que hace 15 años, según las mediciones hechas por satélite de todos los glaciares de montaña del mundo.

Utilizando veinte años de datos obtenidos por satélite y que han sido recientemente desclasificados, los científicos han calculado que los 220.000 glaciares de montaña del mundo están perdiendo más de 328.000 millones de toneladas de hielo y nieve al año desde 2015, según un estudio publicado recientemente en la revista Nature.

La cantidad de agua enviada al mar como consecuencia de este derretimiento representa un volumen capaz de sepultar Suiza bajo 7,2 metros de agua cada año.

La tasa de derretimiento anual registrada entre 2015 y 2019 es hasta 78.000 millones de toneladas superior a la tasa registrada entre 2000 y 2004. Las tasas de adelgazamiento global de los glaciares se duplicaron en los últimos 20 años, lo que supone una velocidad «enorme «, dijo Romain Hugonnet, glaciólogo de ETH Zurich y la Universidad de Toulouse en Francia que dirigió el estudio.

La mitad de la pérdida de glaciares del mundo se está registrando en Estados Unidos y Canadá, si bien en todos los continentes se observan pérdidas significativas. Las tasas de derretimiento de Alaska están «entre las más altas del planeta», y el glaciar Columbia, por ejemplo, retrocede unos 35 metros al año, dijo Hugonnet.

Casi todos los glaciares del mundo se están derritiendo, incluso los del Tíbet, que solían ser muy estables, afirma el estudio. A excepción de unos pocos en Islandia y Escandinavia, que se ven alimentados por el aumento de las precipitaciones, las tasas de fusión se están acelerando en todo el mundo.

El glaciólogo de la Universidad de Zurich Michael Zemp recuerda que, a pesar de que la principal causa de la subida del nivel del mar sigue siendo el calentamiento de las aguas oceánicas, el deshielo de los glaciares es la segunda causa del aumento del volumen de los océanos.

Zemp añade: «En otras palabras, cada año perdemos tres veces el volumen de todo el hielo acumulado en los Alpes europeos, lo que supone alrededor del 30% del ritmo actual de subida del nivel del mar».

¿Y en España? Los glaciares del Pirineo ibérico no escapan a esta tendencia, ni mucho menos. En realidad, la situación allí es tan grave que cada vez hay más unanimidad científica a la hora de afirmar que dentro de 25 años podrían haber desaparecido estas masas heladas en la cordillera pirenaica.

Baste un dato: 33 de los 52 glaciares que había en el Pirineo en 1850 (al final de la Pequeña Edad del Hielo) han desaparecido, y 20 de ellos lo han hecho a partir de 1984. Nuevamente, se confirma la creciente velocidad con que se derriten.

«Para el glaciar de Monte Perdido en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido (Huesca), dicha pérdida [de hielo] se ha calculado en alrededor de un metro al año en el periodo de 2011 a 2017. El espesor de hielo, detectado a partir de perfiles de georradar, es menor de 30 metros, lo que indica que en pocas décadas probablemente habrá desaparecido. Un final semejante espera al resto de los glaciares del Pirineo».

Así lo aseguran cuatro científicos españoles: Belén Oliva, Ana Moreno, Jerónimo López y Miguel Bartolomé, del CSIC y la Universidad Autónoma de Madrid, en un artículo en The Conversation.

Dicho artículo señala que en 1850 había 2.000 hectáreas de glaciar en los Pirineos, mientras que en 2008 ya eran solo 310 hectáreas. Pero en una actualización de 2016 se observó que la superficie se redujo hasta las 242 hectáreas. Es decir, un 88% de reducción desde 1850 a 2016.

Los glaciares pirenaicos, agregan estos científicos, lograron resistir anteriores episodios de calentamiento global, como el registrado durante el Imperio Romano o la Anomalía Climática Medieval. Aunque hubo grandes pérdidas de hielo durante dichos eventos, los glaciares lograron subsistir. En cambio, no parece que vaya a haber tanta suerte esta vez.

«La tasa de pérdida de hielo actual es definitivamente más rápida que la ocurrida en los cuatro siglos de la anomalía climática medieval. Esto sugiere que el calentamiento actual es más acelerado y más intenso que el registrado en otros periodos de los últimos 2000 años», señala el estudio.

«Con las condiciones climáticas actuales, es razonable esperar la desaparición de este glaciar, así como la de otros glaciares pirenaicos y de otras montañas del sur de Europa en las próximas décadas», es la preocupante conclusión de este grupo de expertos españoles.