La caída de los contagios de coronavirus en los últimos meses en la Región de Murcia ha hecho que la labor que venían desarrollando los equipos voluntarios de rastreo que los ayuntamientos pusieron a disposición de la Consejería de Salud en los momentos más duros de la pandemia ya no sean necesaria.

Esto ha supuesto el cierre del Centro de Rastreo y Seguimiento de Afectados Covid (Cecovid) de Lorca, que ha gestionado más de 7.000 casos positivos y ha rastreado a unos 31.000 contactos estrechos durante los nueve meses que ha estado funcionando.

El alcalde de Lorca, Diego José Mateos, informa de que la Dirección General de Salud Pública «ha decidido cerrar este centro, pese a que siguen saliendo casos en el municipio, aunque en menor número», por lo que considera que su cierre «debería haber coincidido con una incidencia más baja». Pese a ello, Mateos sostiene que seguirán con el operativo preparado por si fuera de nuevo necesaria su labor.

Además, destaca que la puesta en marcha de este centro de rastreo «ha logrado situar a Lorca a nivel nacional a la cabeza de la ratio de rastreador por número de habitantes, alcanzando un rastreador por cada 2.700 habitantes en diciembre de 2020, cuando el porcentaje recomendado por la OMS es de un rastreador por cada 5.000 habitantes».

Desde la Consejería de Salud explican que «en la situación epidemiológica actual, el equipo de rastreo del Servicio de Epidemiología y de Salud Pública de Lorca están dimensionados para hacer el rastreo de los casos covid-19». Y dado que en las competencias de Epidemiología está incluida la coordinación y rastreo de todas las enfermedades de declaración obligatoria, el rastreo puede ser asumido por este departamento. No descartando el cierre de otros puntos municipales.

No obstante, Salud sostiene que «si la situación epidemiológica lo requiriera, se volverá a contar con su colaboración».

La Región de Murcia cuenta con 450 rastreadores que, según Salud, «son esenciales en la actualidad y siguen trabajando», ya que «realizan una importante labor de prevención mediante el rastreo que facilita el seguimiento de casos, evitando más contagios».

Los contratos de estos rastreadores vencen el próximo 31 de julio, pero la Consejería de Salud prevé la posibilidad de prórroga en función de las necesidades que detecte el Servicio de Epidemiología. «Su trabajo sigue siendo prioritario, pues realizan una importante labor de prevención, ya que los ejes de la prevención lo constituyen el rastreo y la vacunación», indican las mismas fuentes.

De los 450 rastreadores que hay adheridos al programa de rastreo, 260 dependen directamente del Servicio de Epidemiología, que es el que distribuye y organiza las tareas en función de las necesidades de cada momento. Estos se encargan también de hacer seguimiento a los brotes, que en la mayoría de los casos se relacionan con reuniones sociales y familiares.