Los alumnos de Educación Infantil de la Región regresaron ayer de forma presencial a las aulas tras casi ocho meses faltando el 20% de los escolares una clase al día. Los colegios no han modificado por lo general sus protocolos de contingencia en esta etapa de enseñanza ya que hasta ahora funcionaban en las aulas de Infantil con grupos burbuja, es decir, los niños no guardan distancia de seguridad entre ellos ni llevan mascarillas.

Los cambios más importantes llegan con los turnos de comedor, donde los centros con más alumnos en esta etapa, y a los que se sumarán los escolares de Primaria la semana que viene, han reorganizado espacios e incluido mesas para dar servicio a todos.

Los colegios pueden llevar a cabo modificaciones de los horarios de los profesores y alumnos; cambiar el sistema de entradas y salidas del centro; fraccionar o agrupar las clases; emplear otros espacios del centros como salones de actos, bibliotecas o patios para dar clases; reasignar clases al profesorado, así como cambiar las funciones del personal interino contratado como ‘refuerzo covid’ este curso; optimizar la organización de los espacios y los tiempos o modificar los planes de contingencia.

Los centros defienden que hasta ahora las medidas anticovid han funcionado en las aulas, celebran la presencialidad, pero no se han mostrado conformes con que se les responsabilice de todos los cambios respecto al modelo de enseñanza.