La responsabilidad que deben asumir los colegios a partir de ahora a pocos días de volver a la presencialidad total es la principal crítica que los sindicatos de educación le han lanzado a la Consejería. Esta, y que los centros no cuenten con más recursos económicos o humanos para afrontar la vuelta total de los estudiantes. 

ANPE critica el aumento de la carga burocrática una vez más hacia los equipos directivos y al profesorado de los centros educativos y exige el «respeto absoluto» a la distancia de seguridad para prevenir contagios y un aumento del profesorado adicional en aquellos centros que lo necesiten para desdoblar y garantizar la educación del alumnado de manera segura, así como todas las medidas de prevención personal y organizativo.

Comisiones Obreras denuncia que nada ha cambiado en cuanto a las dotaciones de profesorado y, si los recursos materiales y humanos ya eran insuficientes para afrontar con garantías un escenario semipresencial, «la vuelta a la presencialidad se abordará sin recursos suficientes para garantizar la seguridad de la comunidad escolar». 

El Sterm Intersindical señala que con esta orden, que elimina la limitación de metro y medio para la distancia mínima de seguridad, se abandona «la tan negativa política educativa de ‘aforos’ y se vuelven a imponer las ratios previas a la pandemia, pudiendo encontrarse hasta 25 estudiantes sin mascarilla en cada una de las aulas de Infantil. De esta manera, el aforo de los propios centros se verá incrementado con el consiguiente aumento en el tránsito de personas para los mismos espacios comunes, sin que esta vuelta a la presencialidad traiga aparejada, por ejemplo, el tan necesario aumento de las plantillas de limpieza.