La baja incidencia de la covid en la Región de Murcia en las últimas semanas está permitiendo a los médicos y pacientes recuperar, poco a poco, la actividad presencial en Atención Primaria. Buena parte de esta asistencia, en los peores momentos de la tercera ola, fue derivada a la vía telefónica. Pese a todo, esta desescalada asistencial no parece que vaya a ser fácil ni rápida. La acumulación de consultas aplazadas y la actualización de las agendas no será una empresa sencilla, sobre todo cuando, según varias entidades del sector sanitario consultadas, los consultorios no se han visto aliviados con los refuerzos de personal que necesitan.

Según Cristina Sánchez, médico de familia y responsable de la Secretaría Técnica de Atención Primaria en el Sindicato Médico CESM, «la presión asistencial es alta» y advierte que «los contratos de refuerzo se acaban a final de mes y no sabemos si se van a renovar ni por cuanto tiempo». Por otro lado, señala Sánchez, los profesionales que más podrían apoyar esta labor, «que son los médicos residentes de Medicina de Familia que acaban ahora la especialidad, tampoco tienen encima de la mesa ninguna oferta de trabajo que les dé una mínima estabilidad; no saben si trabajarán ni en qué condiciones, como sucede todos los veranos».

Para este sindicato, la desescalada en Atención Primaria no se está planificando bien. «Se está haciendo a salto de mata, con unas directrices muy generales y nadie está supervisando hasta qué punto esas directrices se pueden cumplir en cada uno de los centros; pasó exactamente lo mismo cuando estalló la pandemia», lamenta Cristina Sánchez, que critica que «aquí todo son órdenes y nadie valora las posibilidades de que se puedan asumir o no».

También considera que los refuerzos han sido insuficientes «y lo siguen siendo», pero sobre todo les preocupa el futuro. «No vemos que el SMS tenga las cosas claras y que vayan en paralelo con las necesidades reales que tienen los centros», sostiene Sánchez, que baraja que necesitan un aumento de los refuerzos de personal cercano al 30 por ciento sobre la plantilla actual.

En cuando al regreso de la presencialidad, la portavoz de CESM asegura que existe un documento del SMS para gestionar las agendas de Atención Primaria en Pediatría pero que no existe nada para los médicos de familia. «A día de hoy los equipos de cada área tienen cierta autonomía en la gestión de sus agendas, es decir, aunque es cierto que se les indica que deben aumentar las consultas presenciales y disminuir las telefónicas, no se puede lanzar una instrucción única en toda la Región, porque cada uno tiene su presión asistencial y cada centro tiene un espacio que determina el número de personas que puede estar en sala de espera según la normativa».

Aunque el objetivo de la Consejería de Salud es que se llegara al 50 por ciento de la presencialidad en las consultas, los profesionales consultados niegan que la Región esté cerca de conseguirlo. «Eso es la intención, no conozco ningún centro que esté al 50 por ciento; el grado de presencialidad es un dato muy variable, algo que depende de las condiciones del centro y la presión asistencial, más bien creo que están entre el 20 y el 30 por ciento, en algunos sitios podrían llegar al 35 por ciento como mucho».

El vicepresidente de la Sociedad Murciana de Medicina Familiar, Jesús Abenza, coincide en ese dato y asegura además que lleva meses pidiendo que se hiciera «una desescalada planificada, por fases, no pasar de golpe de un 25 por ciento de presencialidad de media al 50 por ciento normativo».

Para Abenza, esa transición «tendría que venir aparejada a una inversión en profesionales». Recuerda que se prometió que los centros de Atención Primaria tendrían un médico y una enfermera más, independientemente de los contratos covid. «Eso no se llegó a producir en la mayoría de los centros y después llegaron los refuerzos covid, pero se han usado como comodín: para suplencias, salientes de guardia, entre otras cosas».