Como si tuviera mayoría absoluta. Así fue la sesión de control al Gobierno regional que se vivió ayer en la Asamblea Regional. En un Pleno que duró una hora, el presidente de la Comunidad, Fernando López Miras, tan solo tuvo que enfrentarse a las preguntas de Diego Conesa, por parte del PSOE, y de María Marín, de Podemos. El control de los grupos parlamentarios de Ciudadanos y Vox, cuyos portavoces no responden ante dichos partidos al estar expulsados, estuvo exento de crítica alguna a la gestión del jefe del Ejecutivo. Al contrario, Francisco Álvarez y Juan José Liarte se deshicieron en elogios ante presidente.

El líder de la oposición, Diego Conesa, quiso saber el programa de Gobierno de López Miras para los dos años que quedan de legislatura y tras los cambios sufridos tras la fallida moción de censura. «Del pacto de 2019, que incluía 72 puntos programáticos solo ha cumplido nueve y, de ellos, cinco son exigencias al Gobierno de España, su verdadera debilidad», ha señaló Conesa.

López Miras afeó a Conesa que «permanezca en la misma cloaca desde la que su jefe Pedro Sánchez impulsó la chapuza democrática que respaldó».

Liarte comenzó su intervención felicitando a López Miras por su gestión durante la fallida moción de censura, durante la que hubo «momentos tensos» entre ambos, pero, señaló citando a un consejero, «cuando se persigue el bien común, llegar a acuerdos es sencillo, y, añado, inevitable».

Liarte, cuya pregunta versó sobre las «medidas previstas para paliar los efectos negativos que la disminución del volumen del Trasvase Tajo-Segura, promovida por el Gobierno de la Nación, provocará en la Región», criticó lo que considera un «ataque» al acueducto y dejó claro que la continuidad de este requiere del concurso del PSOE, de quien, dijo, «no tiene pinta que podamos contar con ellos, por desgracia».

Miras insistió en que los planes «unilaterales» del PSOE y Podemos pasan por el «cierre del Trasvase», algo que provocará «una transición» en la Comunidad en la que la gente «lo pasará mal».

Álvarez, por su parte, se interesó por las «acciones previstas ante el anuncio del Gobierno Central de impulsar una reforma fiscal que desembocará en subida de impuestos». Para el portavoz de Cs en la Asamblea, el Gobierno regional debe ser un «dique de contención» ante la subida de impuestos, «un tic de la izquierda».

Para el presidente López Miras aseguró que su Gobierno «no va a permitir que nadie imponga su política fiscal a los murcianos», y se mostró dispuesto a recurrir a los tribunales para defender la autonomía fiscal de la Región.

El Partido Popular aprovechó el turno para preguntar sobre cómo afectará a la Región el fin del estado de alarma. Joaquín Segado entiende que «Pedro Sánchez maniata a las comunidades sin un plan jurídico alternativo» tras el 9 de mayo y advierte que a partir de esa fecha «las regiones lo tendrán más difícil para controlar la pandemia y será necesario el aval judicial para limitar derechos fundamentales». El presidente de Murcia, Fernando López Miras, volvió a pedir al Gobierno de España que dé herramientas a los ejecutivos autonómicos para «poder tomar decisiones vitales para frenar la expansión del coronavirus». Además, puso el ejemplo de Puerto Lumbreras y las medidas restrictivas que se han aplicado para contener la pandemia.

La comida en la plaza Santa Catalina estuvo presente

«¿Va usted a pagar la multa por saltarse las normas sanitarias frente a la covid?», le preguntó la portavoz de Podemos, María Marín, a López Miras, en referencia a la polémica foto del fin de semana pasado en la que se ve al presidente de la Comunidad en una mesa con otras seis personas sin mascarilla. El jefe del Ejecutivo aseguró que eso no era verdad, «sabe que miente» y lamentó que «use la honestidad de un hostelero» para criticar al Gobierno.