El consejero de Salud, Juan José Pedreño, volvió a participar ayer en la reunión del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud entre las comunidades y el Ministerio de Sanidad. Pedreño recordó que el próximo 9 de mayo finalizará el segundo estado de alarma decretado. En este sentido, el consejero expresó su «preocupación» a la ministra de Sanidad, Carolina Darias, «ante la incertidumbre a la que se enfrentan las comunidades autónomas que continúan sin un plan alternativo que les dote de herramientas para gestionar la pandemia llegado el caso». Pedreño señaló que, a partir de que expire el estado de alarma, se dejará a las autonomías sin opciones como la restricción de movilidad regional o el toque de queda obligatorio.

El consejero de Salud consideró fundamental «abordar ya el escenario en el que se van a encontrar las autonomías en apenas tres semanas, y arbitrar soluciones que garanticen la seguridad jurídica de las medidas que se puedan habilitar ante un repunte de la incidencia». Así, Pedreño reiteró la necesidad de decisiones homogéneas a nivel nacional, y reivindicó «una mejor coordinación» a la vez que sostuvo que «tener diecisiete modelos diferentes nos hace más débiles».

En relación con los posibles efectos adversos de las vacunas, el titular de Salud afirmó que «es fundamental transmitir confianza y no alentar dudas que generen una posición contraria a la vacunación en la población». Para ello, reclamó una respuesta ágil en el caso de incidencias que surjan en la administración de las vacunas.

Además, señaló que la prioridad absoluta es seguir progresando en la campaña de vacunación a la población en general y exigió al Ministerio que se cumplan las previsiones y la planificación de envío de dosis a las comunidades para poder realizar una campaña eficaz.