El honor y orgullo que supuso para el doctor García Olmo, tal y como él mismo reconoció, recoger un reconocimiento así sobre el Teatro Romea, fue algo que se podía vislumbrar en su rostro a la hora de subir al escenario. Acompañado por José Luján, rector de la Universidad de Murcia, comenzó recordando a todos los pacientes y afectados por la pandemia de la covid-19, en lo que ha sido «un año con mucho sufrimiento, tanto para ellos como para sus familias, un sufrimiento que hemos palpado cada día».

Pido perdón a los pacientes por no haber llegado antes, y sobre todo por no conseguir lo que queríamos: disminuir al máximo el sufrimiento

Hizo referencia, además, a esa relación que se forjó entre pacientes e investigadores, «a quienes pedían que corriésemos y sacásemos algo lo más rápido posible. Yo les pido perdón por no haber llegado antes, y sobre todo por no conseguir lo que queríamos: disminuir lo máximo posible el sufrimiento», explicó el doctor.

Pero tal y como afirmó el jefe del Departamento de Cirugía General y Digestiva en el Hospital Universitario Fundación Jiménez-Díaz, «llegamos hasta donde podemos». Para finalizar su intervención, Damián García Olmos quiso dedicar el premio de los Importantes a todos los pacientes por su paciencia con los investigadores y por la comprensión hacia su trabajo. «Todos hemos estado en ambos lados de la trinchera. Sabemos lo que se siente y luchamos para tener una solución», concluyó el premiado en el ámbito de la investigación.

Perfil - Damián García Olmo

Con un currículum envidiable y tras haber recogido en los últimos años distintos reconocimientos a su labor en el ámbito sanitario, se podría pensar que Damián García Olmo caería en el relajo y daría un paso al lado, pero nada más lejos de la realidad.

Licenciado en Medicina y Cirugía, catedrático de Cirugía en la Universidad Autónoma de Madrid, director de la Unidad de Terapia Celular y jefe del Departamento de Cirugía General y Digestiva en el Hospital Universitario Fundación Jiménez-Díaz, García Olmo destacó durante los meses más complicados de pandemia al ser el propulsor de una terapia con células madre mesenquimales, efectiva para tratar la inflamación pulmonar vinculada a la covid-19. Tras encontrar el éxito en esta terapia, no sin antes haber fracasado, García Olmo reivindica precisamente el fracaso como una parte indispensable en los procesos de investigación.