Un estudio realizado por cardiólogos y expertos en trasplante de dieciséis hospitales españoles, entre ellos el Hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia, ha concluido que la edad del donante y el receptor es un factor pronóstico relevante en la supervivencia del trasplante cardíaco, así como también un factor predictor de la mortalidad en este tipo de pacientes y trasplantes.

En concreto, los resultados de este estudio muestran que, aunque la combinación entre un donante joven y un receptor joven (por debajo de los 65 años) en los trasplantes de corazón tienen una mayor mediana de supervivencia, la combinación entre donante mayor y receptor joven no tiene una peor supervivencia. Por tanto, se puede aumentar el grupo de donantes disponibles, al conocer que la utilización de un corazón de un donante mayor para un receptor joven no supone una mayor mortalidad postrasplante.

La investigación es fruto de un análisis retrospectivo del Registro Español de Trasplante Cardíaco de los trasplantes realizados en España entre 1993 y 2017, y se llevó a cabo con el objetivo de comparar la supervivencia de los pacientes trasplantados de corazón según la combinación de edades entre el donante y el receptor, obteniendo igualmente así el impacto en la mortalidad.

El análisis incluyó a todos los trasplantes cardíacos de personas adultas realizados en España entre 1993 y 2017, excluyendo los trasplantes pediátricos, los retrasplantes y los trasplantes combinados.

El grupo más frecuente fue el de donante joven para receptor joven, que alcanzó la mayor mediana de supervivencia, situada en 12,1 años, mientras que la menor mediana de supervivencia fue para el grupo entre donante mayor y receptor mayor, situada en 7,5 años.

El resto de combinación de edades donante/receptor tuvo peor supervivencia, pero se ha comprobado que no existen diferencias significativas en la supervivencia entre la combinación donante-receptor mayor-joven y la de joven-joven. Esto puede hacer que se considere adecuados a los donantes de 55 años o más incluso para receptores jóvenes, sin que esto sea un predictor de peor supervivencia, lo que puede permitir ampliar de forma significativa el grupo de donantes disponibles para trasplante cardíaco.

Por todo ello, los autores del estudio concluyeron que la combinación de edades donante-receptor posee serias implicaciones en el pronóstico del trasplante de corazón que deben ser conocidas por los pacientes y los profesionales sanitarios a la hora de aceptar un órgano para la realización de este tipo de trasplantes.