Una mujer pidió que se retirara la orden de protección frente a su ex marido en un caso de violencia de género por si decide volver con el mismo y porque no le tiene ningún miedo, además de señalar que una agresión que se le atribuía era muy antigua.

Así se recoge en el auto dictado por la Audiencia Provincial de Murcia, en el que la segunda instancia desestima el recurso presentado por el denunciado contra la resolución del Juzgado de Violencia sobre la Mujer que acordó el archivo provisional de las actuaciones seguidas contra el mismo.

En su apelación ante la Audiencia, el investigado pidió que el sobreseimiento fuese libre, lo que habría determinado, caso de ser estimado, que el asunto quedara archivado de manera definitiva, y añadió que no existían indicios contra él y que los hechos reflejados en el auto no se le podían atribuir.

Al rechazar el recurso, la Audiencia Provincial afirma que el recurrente sabe que el sobreseimiento se acordó porque la perjudicada no quiso ser reconocida de las posibles heridas por el médico forense y mostró su intención de apartarse del proceso judicial.

Eso no significa, añade, que no haya indicios de delito atribuibles a él, para comentar también que su ex pareja declaró que tenían peleas continuas, pero que ello no significaba necesariamente que la agrediera, ya que solían ser enfrentamientos verbales.