La pérdida del talento sénior se ha duplicado en la Región en los últimos diez años. El primer Libro Blanco sobre la Gestión del Talento Sénior en España alerta de que en este momento hay 13.600 desempleados mayores de 55 años en Murcia, un 12,2% del total de parados, cuando hace una década representaban el 5,7% de los parados.

«A pesar de este envejecimiento imparable, los profesionales mayores de 55 años siguen encontrando grandes obstáculos» para encontrar empleo, según revela el estudio, que ha sido presentado por la Fundación Adecco y la Fundación SERES y en el que han participado ocho empresas.

El Libro Blanco del Talento Senior revela que un 40% de los responsables de la selección de personal admite que descarta «los currículos de los profesionales sénior de forma automática. Además, un 75% de los desempleados mayores de 55 años ha asumido que no volverá a trabajar nunca. Así, el desempleo sénior se convierte en una transición precaria a la jubilación».

El objetivo de este trabajo es concienciar a las empresas, los poderes públicos y a la sociedad en su conjunto sobre «el protagonismo que la fuerza laboral sénior va a adquirir en los próximos años, ofreciendo las claves para que el tejido empresarial y la Administración se anticipen a los efectos negativos que el envejecimiento tendrá en el mercado laboral y en la economía».

En sus conclusiones se defiende «la adopción de iniciativas de sensibilización, gestión y promoción del talento sénior» para evitar que siga perdiéndose.

El estudio destaca que en Murcia, «a pesar de ser la región más joven de España, el envejecimiento también es imparable. El pasado año alcanzó el 87% (87 mayores de 64 años por cada 100 menores de 16), frente al 73% de 2010)».

Los datos aportados muestran que la Región alcanza los 13.600 desempleados mayores de 55 años, que representan el 12,2% de la fuerza laboral disponible, frente al 5,7% de hace una década.

En España la representación de los desempleados sénior es algo superior y llega al 15%.

En la presentación del informe se puso de manifiesto que «el envejecimiento es una realidad que se aplica a todos los grupos de interés de las empresas: clientes, consumidores, trabajadores y desempleados. En este sentido, la promoción del talento sénior se sitúa como eje indiscutible en el marco de la gestión de la diversidad empresarial. Dicho de otro modo, las empresas del siglo XXI no pueden tener futuro si no cuentan con el talento sénior».

Para evitar la exclusión de los trabajadores con más experiencia se pide a la Administración la puesta en marcha de políticas que mejoren la inserción de los desempleados mayores de 55 años, «de modo que sus periodos de desempleo no se conviertan en transiciones precarias a la jubilación, sino en una etapa plenamente efectiva para conectar con un mercado laboral en continuo cambio». También se requiere una urgente revisión de los planteamientos vigentes para acabar con «la discriminación por la edad» y mantener la competitividad del talento sénior de forma duradera en el tiempo.