La Región de Murcia tiene una riqueza medioambiental tan extraordinaria que merece la pena pisar el acelerador para impulsar las normativas de conservación y gestión de los espacios naturales que quedan pendientes, llevar a cabo políticas de protección de la biodiversidad y de poner encima de la mesa más recursos humanos y técnicos para lograr estos objetivos. La Comunidad acumula ya casi nueve años de retrasos en la aprobación de los planes de gestión de los espacios protegidos en la Red Natura 2000 (diez de 14 noestán aprobados) y con los planes de ordenación de los recursos naturales (PORN) ocurre más de lo mismo. 

Herminio Picazo, biólogo, director de la consultora Ecopatrimonio y profesor de la Facultad de Turismo de la Universidad de Murcia, ha elaborado a iniciativa del Consejo Económico y Social (CES) el último cuaderno de este órgano consultivo del Gobierno titulado ‘Patrimonio Natural y Biodiversidad: Situación Actual y Perspectivas’, que presentará este viernes. En él, el biólogo analiza la situación de los espacios protegidos, el avance en la conservación de la biodiversidad, protección de la flora y fauna, políticas ambientales regionales y municipales así como las estrategias en educación ambiental. 

Picazo, quien también es columnista en LA OPINIÓN, diagnostica un retraso importante en la aprobación de los planes de gestión de las áreas de la Red Natura 2000 de la Región y de los planes de gestión de los recursos naturales de los espacios protegidos. Es por ello que a través de esta publicación del CES reclama un impulso a las legislaciones pendientes en materia medioambiental que tiene que llevar a cabo el Gobierno regional, quien ya ha sido advertido por la Unión Europea de su retraso, así como adoptar medidas de protección de las especies protegidas. «Esto no es solo para garantizar la conservación del territorio, sino para dar seguridad jurídica a los propietarios de terrenos en espacios naturales y poder hacer frente a los problemas que suponen la protección sobre el territorio», destaca el biólogo. 

Es claro para él «avanzar más rápido» en la aprobación de las normativas pendientes y, en paralelo, aumentar los medios humanos y técnicos, «así como implementar herramientas de desgravaciones fiscales y de otros tipos que puedan compensar a los propietarios de estos terrenos por la política pública en referencia a la conservación». 

Con un paso más allá, el CES remarca la necesidad de impulsar a nivel autonómico la Ley de Conservación de la Naturaleza, que pueda incorporar nuevas figuras «interesantes para la conservación de la biodiversidad» como las microrreservas botánicas, presente en otras comunidades; actualizar los catálogos de flora y fauna protegida, dar carta legal a la custodia del territorio o definir lugares de interés geológico. Hasta ahora, solo se había elaborado un anteproyecto.

En lo que se refiere al Mar Menor, el Consejo entiende que un enclave con tanta biodiversidad es clave para el futuro de la comarca y que «es imprescindible que la planificación aprobada ya como la ley del Mar Menor y los proyectos para evitar vertidos contaminantes vayan hacia adelante con la mayor rapidez posible, porque si no, no se va a recuperar el entorno natural y socioeconómico».

Educación ambiental

En lo que se refiere a la educación, el biólogo apunta en la mejora necesaria de este ámbito impulsando la estrategia regional de educación ambiental, paralizada en la Región, para fomentar proyectos iniciativas en los centros educativos y en el ámbito extraescolar. 

En lo referente al sector primario, la publicación del CES incide en las políticas europeas como ‘De la granja a la mesa’ para extrapolarlas a la Región, e incluso trabajar en la protección de los polinizadores, «que están en una situación complicada por diversos factores». Cree también que tenemos la oportunidad ahora de impulsar modelos agrarios como la agricultura ecológica y la compatibilidad del sector con la conservación de la naturaleza.