Investigadores del Instituto Murciano de Investigación Biosanitaria (IMIB) son partidarios de infectar a personas voluntarias sanas para «ayudar a entender mejor» el coronavirus. Estos científicos especializados en el área de Inmunología destacan la importancia de llevar a cabo un estudio similar al que se realizará en Reino Unido por el que se permitirá «profundizar en nuestro conocimiento» del virus.

Así lo ponen de manifiesto en un estudio divulgativo firmado por Antonio J. Ruiz, profesor de Inmunología e investigador del grupo de Inmunidad Innata del IMIB; María Concepción Martínez-Esparza, profesora titular de Inmunología de la Universidad de Murcia (UMU); y María del Pilar García, catedrática de Inmunología por la UMU.

Los científicos explican que la realización de ensayos de provocación «no es algo desconocido ni inédito en el campo de la investigación biosanitaria», ya que «en el pasado han aportado avances muy útiles en el estudio de otras enfermedades infecciosas como la malaria, el tifus, el cólera y la gripe».

En el caso del ‘modelo británico’, el plan de los investigadores es analizar la exposición controlada al virus en 90 voluntarios sanos de edades comprendidas entre 18 y 30 años. Los pacientes que se presten voluntariamente a dicho estudio serán compensados económicamente y deberán estar aislados y monitorizados en un hospital durante todo el tiempo que dure el estudio, algo fundamental para recibir la aprobación de los comités éticos.

Los objetivos globales del estudio incluyen analizar cómo se inicia y evoluciona la infección. Asimismo, pretenden estudiar en estos individuos la eficacia de distintas estrategias terapéuticas actualmente en desarrollo para el tratamiento de la enfermedad.

En este sentido, desde el IMIB destacan que con este estudio se pone en valor la importancia de determinar la cantidad mínima de virus que hay que inocular para que se establezca la infección en cada individuo; el análisis detallado desde el momento de la inoculación a cómo se desarrolla la respuesta inmunitaria al coronavirus desde las fases iniciales de la infección. «El estudio comparativo del establecimiento y evolución de la respuesta inmunitaria innata y adaptativa en los distintos individuos es de crucial importancia para identificar y comprender qué mecanismos inmunológicos están directamente implicados en la variabilidad de cuadros clínicos que produce este virus, desde individuos asintomáticos hasta cuadros de extrema gravedad de consecuencias letales», señalan los investigadores del instituto murciano.

Asimismo el análisis pormenorizado de la secuencia de aparición de los síntomas de la enfermedad, según los expertos en Inmunología, podría resultar de «utilidad clínica para lograr establecer los criterios que permitan llevar a cabo un diagnóstico temprano». También podría aportar datos que ayuden a pronosticar qué individuos serán más propensos a desarrollar cuadros de evolución más grave de la patología, sostienen.

Por lo tanto, «y a pesar de los posibles debates éticos que los acompañan», explican, «queda claro el enorme beneficio que pueden aportar estos estudios en el avance del conocimiento de los mecanismos fisiopatológicos de la covid-19 y su importancia para la asistencia clínica».

Una sanitaria prepara una vacuna contra la COVID.

Vacunología reversa

Otro aspecto importante que podrá analizarse, apuntan los investigadores del IMIB, es «el estudio pormenorizado de los anticuerpos que se producen durante la infección», ya que los anticuerpos que cada individuo produce frente a un virus «son muy diversos», por lo que «cada anticuerpo generado por una única célula B reconoce una porción diferente (denominada epítopo) de los antígenos virales. A su vez, suelen tener una capacidad neutralizante del virus muy variada», defienden.

Por último, sostienen que estos estudios también se aplican en los procesos de evaluación de la eficacia de nuevas vacunas y fármacos desarrollados para luchar contra distintas enfermedades. «Este último objetivo biotecnológico es precisamente la razón principal por la que los investigadores han planteado llevar a cabo estos ensayos ahora, antes de que la mayor parte de la población haya sido inmunizada con las vacunas ya disponibles, lo cual haría muy difícil este tipo de estudios en un ambiente controlado», concluyen.