Los ganaderos de conejo lanzan un ‘SOS’ ante el cierre de explotaciones

El sector cunícola en la Región de Murcia, dedicada a la producción de la carne de conejo, comienza a dejar un rastro testimonial de lo que antaño fue un sector relevante en la comunidad. Una quincena de explotaciones profesionales de conejo se mantenían en pie hasta el año pasado, junto a otras nueve ligadas al autoconsumo. En 2008 eran 40 explotaciones y en 2016 había un total de 31. Entre ese año y el 2020 el número de explotaciones profesionales ha disminuido en la Región más de un 40%, su censo de reproductoras lo ha hecho en un 23% y la producción destinada a matadero en más de un 35%. Hasta el pasado año el sector mandaba a los mataderos 448.672 ejemplares , y esto tras perder una producción de 247.971 individuos en cuatro años.

El dato más relevante y el que refleja el impacto de la pandemia se halla en la comparación de los dos últimos meses. Desde diciembre cinco explotaciones que quedaban en activo de 15 el pasado año han dejado de producir y de enviar conejos a los mataderos. El consumo de esta carne se focalizaba casi exclusivamente en la restauración y hostelería y las reuniones y acontecimientos sociales y familiares. Con las restricciones impuestas en estos dos ámbitos, el sector atraviesa la crisis de la pandemia muy tocado y con la previsión en lo que resta de año de ir de mal en peor. La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos de la Región de Murcia (UPA) ha reclamado al consejero de Ganadería, Antonio Luengo, una reunión para tratar de buscar salidas a un sector que pide un impulso en la diferenciación de sus producciones y una campaña de promoción del consumo. El consejero se ha comprometido a reunirse en los próximos días con Carlos Esparcia, secretario de ganadería de UPA en Murcia, ya que señala que este es «un problema que preocupa, ya que se arrastra varios años por el descenso del consumo y que la pandemia ha agudizado en los últimos meses».

Esparcia subraya que el sector esperaba fechas clave en el calendario de los ganaderos como las fiestas valencianas en torno a San José, donde el consumo de carne de conejo en la comunidad vecina se dispara. Con la cancelación de los eventos festivos y las resctricciones en reuniones sociales, la esperanza se diluye para los próximos meses. A esto hay que sumarle los problemas que el sector lleva arrastrando años: ausencia de relevo generacional en el sector, pérdidas económicas por el cierre de explotaciones en zonas rurales de la Región de Murcia o disminución de la industria ligada al sector como los mataderos.

«Los cunicultores murcianos no han contado con el apoyo del Gobierno regional en los últimos años», explica Esparcia, «y eso explica que regiones limítrofes hayan incrementado su producción mientras que en la Región de Murcia es continua la desaparición de granjas».