La hostelería llevó su protesta este martes a las puertas de la Delegación del Gobierno para quejarse de que los bares y restantes «están pagando los platos rotos de la crisis sanitaria». La Región se sumaba así a las movilizaciones convocadas de forma simultánea en toda España como protesta «por el maltrato generalizado que las administraciones están dispensando al sector hostelero».

Los presidentes de las asociaciones de Bares y de Restaurantes de Hostemur, José María Rubiales y Juan José Nicolás, respectivamente, acompañados por la secretaria general de la federación, Laura Mateo, escenificaron la rotura de platos para reclamar al Gobierno central que se implique en el rescate del sector.

También los empresarios de Lorca salieron ayer a la calle con cruces de cartón para quejarse de que están sufriendo «un vía crucis». Los hosteleros lorquinos se manifestaron en las cercanías del Monte Calvario, el lugar en el que finaliza el vía crucis cada Viernes Santo para reclamar ayudas a las administraciones.

En Caravaca pidieron un plan de rescate nacional ante la difícil situación que está viviendo el sector. El presidente de los hosteleros caravaqueños, José Luis Galiana, puso de manifiesto que la situación es muy complicada: «O nos ayudan o no vemos un fin para está situación, ya que no se espera una apertura normal hasta dentro de seis meses. Nos da miedo abrir para que nos vuelvan a cerrar», se lamentó Galiana.

También advirtió de que «si no nos aprueban un plan para las empresas, vamos a cerrar en cascada». Además de la eliminación de tasas por ocupación la de vía pública, los hosteleros de Caravaca reclaman más ayudas a la Comunidad. Han recibido del primer plan de rescate unos 530.000 euros para 130 establecimientos, unas ayudas que se quedan cortas debido a las veces que han tenido de bajar las persianas y a las limitaciones que están teniendo a lo largo del último año. «Ya no solo tenemos problemas para pagar el alquiler de nuestros locales, sino también el de nuestras propias viviendas», aseguraban.

Piden rebajas en el IVA y en el seguro de autónomo y ayudas directas para el alquiler. «De poco nos valen los aplazamientos y los préstamos del ICO, es una manera de endeudarnos más», explicaba uno de los hosteleros ayer.