Las restricciones impuestas por las autoridades sanitarias dificultan que los murcianos puedas disfrutar de las zonas de ocio habituales, como son el sector hostelero o los centros comerciales, y han desplazado su foco de interés, cada vez más, hacia espacios naturales al aire libre. Este cambio de tendencia no está exento de peligros en el contexto epidemiológico actual. Es el caso, en la ciudad de Murcia, de la vereda del río Segura y la zona natural del Valle Perdido, una de las áreas más visitadas del parque regional de El Valle-Carrascoy, entre otras. Tal y como ocurrió en el puente de Todos los Santos, estos pulmones verdes de la capital concitaron durante la jornada de ayer a multitud de jóvenes y familias para hacer uso de las pistas deportivas, hacer senderismo, bicicleta, diversas excursiones o incluso, organizar comidas campestres. En el caso del paseo fluvial, las horas punta de concurrencia se sitúan a las 12.00 y las 18.30 horas durante los fines de semana, según los informes de movilidad de Google.

Tal fue la afluencia de vehículos que se dirigían hacia el Valle Perdido que la Policía Local de Murcia se vio obligada a establecer ayer un control policial en uno de sus accesos desde La Alberca.

Es más, fuentes de la Concejalía de Seguridad han asegurado a esta Redacción que «se están colocando controles de acceso a La Fuensanta, Cresta del Gallo y Valle Perdido desde hace semanas debido a las aglomeraciones que se están produciendo en la zona y que están ocasionando problemas de acceso por los aparcamientos irregulares, además del control por el cumplimiento de las medidas anticovid».

Informa el Ayuntamiento que para velar por la seguridad de los ciudadanos, incluso ha tenido que intervenir, en alguna ocasión, «la guardia forestal para cortar los accesos».

El Ayuntamiento ha hecho un llamamiento para que la sociedad murciana no olvide que aunque se traten de zonas al aire libre, es obligatorio el uso de mascarilla, además del resto de medidas vigentes, «como que está prohibida la agrupación de personas no convivientes, los límites perimetrales o el exceso de ocupación en los vehículos».