Un murciano de 40 años de edad ha aceptado una condena de dos años de cárcel por abusar sexualmente en al menos cuatro ocasiones de una niña de 11 años de edad, hija de su novia.

La Audiencia Provincial de Murcia acepta que la pena de privación de libertad quede suspendida a cambio de que el hombre, que no contaba con antecedentes, pase cinco años sin cometer delito alguno, según se lee en la sentencia. La Fiscalía se mostró partidaria de que el sujeto, que reconoció ser el autor de los hechos por los que se sentaba en el banquillo, no entrase en la cárcel.

Dado que se trató de una conformidad, pactada entre el Ministerio Público, la acusación particular y la defensa del individuo, no hubo juicio como tal y la sentencia es firme, lo que significa que ya no se puede recurrir.

Los hechos que ahora han sido juzgados acontecieron en una vivienda en la que convivían la víctima junto a su madre y su agresor confeso, compañero sentimental de la mujer.

El hombre reconoció que aprovechaba los momentos en los que se quedaba a solas con la menor, dado que la madre iba a trabajar, para someterla a diversos tocamientos, en el transcurso de los cuales llegaba a proferir frases como «aquí es donde le gusta a las mujeres que les toquen», se lee en el relato de hechos probados.

La víctima, paralizada

En otras ocasiones, instaba a la pequeña a que le diese un masaje, la tocaba en los pechos y los genitales y le preguntaba si le daba «gusto». Durante los abusos, la menor se quedaba «paralizada, sin saber qué hacer o decir», detalla la sentencia. La víctima finalmente contó los hechos a la madre de una amiga suya, la cual inmediatamente se lo dijo a su madre, que denunció el asunto.

Además de la pena de cárcel (que no cumplirá encerrado), el condenado ha de indemnizar a su víctima con 10.000 euros por los daños morales causados.