Punto final al mandato de Esther Clavero en el Ayuntamiento de Molina de Segura. La política ha presentado su dimisión esta noche como alcaldesa del municipio y ha decidido dejar su cargo después de que los concejales socialistas en el Ayuntamiento hayan pedido públicamente su dimisión tras conocerse el pasado miércoles que había sido vacunada contra el coronavirus, saltándose el protocolo.

Tras la medianoche del lunes, el Partido Socialista difundía un comunicado en el que anunciaba la pérdida de confianza de los ediles del PSOE en Clavero, que pedían su dimisón "como muestra de lealtad a la organización política", por lo que, minutos después, ella misma decidía presentar su renuncia como regidora de la cuarta localidad de la Región.

"Me despido desde la tristeza, y el abatimiento de haber sufrido un linchamiento sin precedentes que ha dañado a mi familia, y a mi persona", asegura en su carta de despedida.

"No he robado, no he prevaricado, no he malversado, no estoy procesada ni imputada por ningún caso de corrupción. No he cometido ningún delito, no he mentido. Nunca he pisado un juzgado. Me he vacunado, sí. Cometí el error de vacunarme cuando me llamaron desde mi centro de salud porque consideraron, que al ser paciente de riesgo, y estar altamente expuesta, iba a ser lo mejor para mí. Ese es el máximo delito que he cometido en mis 43 años de vida. Y por ese delito abandono este proyecto que he liderado y que considero apasionante", explica Esther Clavero.

El propio líder socialista en la Región, Diego Conesa, anunciaba el jueves la suspensión como militante socialista de Clavero por saltarse el protocolo de la campaña de vacunación contra la covid.

Clavero explicó entonces que fue citada «por prescripción facultativa en horario de atención al público, junto a otros ciudadanos» y que le fue administrada la primera dosis de la vacuna en uno de los centros de salud del municipio, hecho que está fuera del protocolo del Ministerio de Sanidad acordado entre las distintas comunidades autónomas y los técnicos del departamento que dirige Salvador Illa.

Después, la regidora presentó un informe elaborado por Emilio Macanás, coordinador del centro de salud Antonio García de Molina, en el que se podía leer que Clavero presentaba «un historial oncológico reciente», por lo que se «creyó conveniente hacerla vacunar basándose en su patología oncológica de alto riesgo, cuyo tratamiento quimio y radioterápico concluyó recientemente»; además de la «nueva aparición de síntomas compatibles con posible recidiva de su proceso patológico, así como la alta exposición a medios y reuniones diarias». En el documento se detalla también que fue citada por el servicio de Enfermería del centro de salud, junto a cuatro usuarios más». El documento avalaba la administración de la vacuna a la entonces alcaldesa.

El Servicio Murciano de Salud (SMS) decidió ayer abrir una investigación a Macanás, al que se le vincula sentimentalmente con Clavero, por firmar un escrito justificando su vacunación. «Se trata de un escrito particular y en ningún caso avalado por la gerencia del SMS. Se realizó la consulta verbal desde el centro de salud a la Gerencia de Área, y se respondió que no se podía», respondieron desde la Consejería de Salud.

La ya exregidora molinense se hizo con la Alcaldía en el año 2016 -tras la renuncia del regidor popular Eduardo Contreras-, cargo que revalidó hace ahora año y medio en unas elecciones municipales para la historia en el municipio molinense: el PSOE ganaba los comicios por primera vez desde1991 y la formación pasaba de seis a doce concejales en cuatro años.