Un hombre que está acusado de un delito continuado de abusos sexuales de los que fue víctima su hija, que sufre un trastorno mental y está declarada incapaz para regir su persona y bienes, se enfrenta a una solicitud de condena hecha por la Fiscalía que reclama 8 años de prisión y que la indemnice con 20.000 euros por daños morales.

Dice el ministerio público en sus conclusiones provisionales que en el proceso de incapacidad la joven quedó bajo la guarda de su padre, circunstancia que habría aprovechado este, junto con su discapacidad, para cometer, presuntamente, los abusos.

La familia comenzó a sospechar de que algo raro estaba sucediendo cuando la chica rechazaba la cercanía del padre, hasta que, finalmente, se lo contó a una prima con la que tiene mucha confianza.

Además de la pena de prisión, el ministerio público solicita cinco años de libertad vigilada y una orden de alejamiento para que el denunciado no pueda acercarse a su hija a menos de 300 metros.