El sector de la cultura, uno de los más golpeados por la crisis de la covid, sigue sin levantar cabeza. Las últimas medidas tomadas para intentar frenar la propagación del virus han puesto a las salas de cine en una posición delicada y ahora algunas de ellas se han visto obligadas a frenar su actividad.

En la Región son concretamente dos los cines que han decidido echar el cierre temporalmente: el del centro comercial Dos Mares de San Javier y el Mandarache de Cartagena. Las doce salas con la que cuenta el Neocine Myrtea hicieron lo propio ayer martes, pero volverán a abrir sus puertas a finales de semana.

Desde Neocine, empresa que además de estos tres cines gestiona varios más en la Región (Centrofama y Thader en Murcia, Espacio Mediterráneo en Cartagena y el del centro comercial Vega Plaza en Molina de Segura), enumeran los factores que están limitando su actividad y que han motivado esta decisión. El primero son las restricciones del sector de la hostelería, pues el cierre de bares y restaurante supone la imposibilidad de vender comida y bebida en las salas, y esta oferta de provisiones para acompañar el visionado de las películas es una importante fuente de ingresos para la empresa.

Otro factor, como ha explicado la gerencia de la empresa a este periódico, es que muchos de los estrenos previstos para estos meses se están posponiendo. "Muchas productoras están cancelando el lanzamiento de sus películas para estrenarlas alrededor de marzo del año que viene", aseguran. "El espectador pierde interés y decide no acudir al cine si las películas no se están estrenando".

También influye la implantación del toque de queda, que en Murcia no permite estar fuera de casa a partir de las 23:00 y que se convierte en un problema al considerar los horarios de trabajo con los que se mueve la población. "Si la gente sale de trabajar alrededor de las 20:00 o incluso 20:30 es complicado que puedan ir al cine. El último pase que estamos ofreciendo es a las 20:30", comentan desde Neocine.

Las medidas de seguridad y las decisiones de las productoras se combinan para hacer de la viabilidad de las salas una verdadera carrera de obstáculos. Se han aplicado restricciones en las salas (aforo al 50%, separación entre los espectadores) a pesar de la prácticamente nula incidencia del covid en estos espacios, pero las cifras actuales de asistencia no están siendo suficiente para salir a flote. En Neocine aún no han calculado las consecuencias económicas de la pandemia -algo que harán a finales de año-, pero estiman que las pérdidas totales serán muy altas. La empresa, además, aplicó un ERTE a los trabajadores durante los meses de confinamiento.

Un caso especial es el del cine Rex de Murcia, también gestionado por Neocine, que desde que cerró en Marzo no ha abierto sus puertas. Esta histórica sala estuvo a punto de desaparecer en 2019 por dificultades con el pago del alquiler y desde la empresa no han decidido aún qué harán con este espacio.

Por otro lado, desde Cinesa han decidido no responder a las preguntas de este diario aunque, de momento, las salas del centro comercial Nueva Condomina (las únicas de la Región gestionadas por esta empresa) siguen abiertas.