La vuelta a la actividad de bares y restaurantes ha repercutido positivamente en el sector pesquero de la Comunidad, ya que estos negocios de hostelería, son los principales compradores de productos como el marisco, cuyos precios habían caído en picado desde que comenzó el estado de alarma sobrevenido por la crisis del coronavirus.

Sin embargo, el efecto no se ha sentido de la misma forma en todas la cofradías de pescadores. En Cartagena, el patrón mayor, Bartolomé Navarro, explicaba que la recuperación de los precios del marisco se ha sentido muy levemente. Navarro cree que es debido a que «los establecimientos de hostelería no están trabajando todavía al 100%. La reducción de aforo tanto en las terrazas como en el interior se nota. Además todavía hay gente que tienen mucho miedo a ir a comer fuera».

Los pescadores cartageneros esperan que la situación cambie según avancen la fases de la desescalada y pueda crecer el número de clientes de los bares.

En cuanto al resto de especies, Navarro señalaba que los precios están bien y que por ahora la temporada es buena.

En San Pedro del Pinatar, sus pescadores, sí que han notado muy positivamente el resurgir de la hostelería. El patrón mayor, José Blaya, destacaba que «los precios en general han subido un 20%. El langostino ha pasado de pagarse a unos 17 euros el kilo a unos 28 euros. La dorada también se está pagando muy bien».

En Águilas. la situación es bien distinta porque el paro biológico hace que los arrastreros no estén saliendo a faenar y por lo tanto no se está pescando marisco. Manuel Díaz, máximo responsable de la cofradía de este municipio, decía que «solo están saliendo al mar los barcos de artes menores y el número de capturas y sus precio son buenos».

En cuanto a la cofradía de pescadores de Mazarrón, La Opinión intentó sin éxito conocer la situación de la misma y cómo han evolucionado sus precio.