Mantener la disponibilidad de camas en los hospitales regionales y en las UCI para afrontar la crisis del coronavirus es el objetivo sobre el que giran la mayoría de las medidas puestas en marcha en estas últimas semanas desde la Consejería de Salud murciana. Hay que estar preparados para hacer frente a lo que está por llegar, aseguran los responsables sanitarios de la Región sin quitar el ojo de encima a lo que ocurre en Madrid, donde la mayoría de los servicios se han visto desbordados. Para saber cómo se preparan, LA OPINIÓN se mete de lleno en el trabajo que están llevando a cabo los profesionales en la UCI de la Arrixaca de la mano de su responsable, Rubén Jara. El doctor Jara lidera un equipo formado por unas 200 personas, entre médicos especialistas (23), residentes (13), enfermeras, auxiliares y celadores, quienes están al frente de la principal UCI de la Región.

Todos los ojos están puestos estos días en los hospitales ante el riesgo de colapso. ¿Cómo están viviendo la pandemia del coronavirus en la Arrixaca?

Desde final de enero ya nos estábamos preparando para el coronavirus. En esas fechas la gerencia comenzó a convocar reuniones con varios servicios para elaborar protocolos y planes de contingencia ante la epidemia que se estaba viviendo en China entonces. En febrero ya hubo orden de limitar las reuniones del personal médico, una decisión que nos chocó porque aquí aún no había ningún caso. Pero fue con el cierre de colegios y universidades de Madrid cuando fuimos conscientes del efecto que esto podía tener en una situación epidémica. En la Arrixaca hemos creado equipos multidisciplinares con la dirección y los servicios médicos más implicados: Urgencias, Neumología, Medicina Interna e Infecciosa y UCI y tenemos reuniones diarias.

Y dentro de estos equipos multidisciplinares, ¿qué peso tiene la UCI?

En UCI estamos teniendo cierto protagonismo no deseado porque los pacientes cuando tienen un fallo respiratorio agudo requieren ventilación mecánica e ingreso en UCI. Y en este caso quiero destacar la colaboración de todos los servicios del hospital y, particularmente, el de Anestesia y Reanimación, que se han ofrecido tanto con recursos humanos como materiales. También lo han hecho desde UCI pediátrica, ya que el número de casos en niños es bajísimo.

¿Cómo está llevando esta situación de alerta sanitaria el personal?

La tensión vivida por el personal sanitario es muy alta, pero debemos tranquilizar tanto a los trabajadores que están aquí como a los que están en la calle. Es un virus con muchísimos miles de afectados y seguir las medidas de prevención es fundamental.

La UCI es, sin duda, el servicio más crítico del hospital. ¿Con qué recursos cuentan en la de la Arrixaca?

En la UCI de la Arrixaca tenemos 40 camas, pero también hay una disponibilidad total del espacio y medios de Anestesia y Reanimación si fuera necesario. De las 40 camas ahora mismo hay 12 libres. Y tenemos contemplados escenarios diferentes en función del número de pacientes que ingresen y que precisen respiradores. Otras UCI de la Región tienen una mayor ocupación, ya que hay zonas en las que hay más casos.

¿Qué contemplan los planes de contingencia con los que están trabajando?

Con los planes de contingencia se ha reducido la actividad quirúrgica programada para no ocupar camas que pueden hacer falta en cualquier momento. Esto también ha llevado a una menor ocupación de las camas de UCI y nos está permitiendo tener disponibilidad. Si en un futuro vamos llenando camas de UCI con pacientes con coronavirus los iríamos derivando a Medicina Intensiva 1, Medicina intensiva 2 y Medicina Intensiva 3, y dejando esas zonas sólo para aislamiento de coronavirus. Además, en una fase mayor se suspenderían el resto de operaciones cardíacas, dejando sólo la cirugía de emergencia.

¿Han tenido que hospitalizar ya en la UCI de la Arrixaca a algún paciente con coronavirus?

Sí, tenemos tres pacientes. Ahora mismo están en una zona aislada que hemos dejado para estos casos con seis camas, en la que hay unas medidas de aislamiento estricto, con trajes de protección para el personal que tiene que atenderlos.

¿Teme que en Murcia se vean en una situación similar a la de los compañeros de las UCI de comunidades como Madrid?

Lo que están pasando es impresionante y un poco dramático. Tenemos amigos, tenemos compañeros que están allí y están viviendo una situación muy dura. Las UCI se han llenado, han rebosado y están con grandes dificultades para ingresar a pacientes y con falta de respiradores. Entendemos que en una pandemia hay situaciones difíciles de prever y en Murcia hemos tenido la suerte de que la pandemia ha llegado más tarde.

La Semicyuc (Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias) ha hecho llegar el protocolo y los pasos a seguir en caso de saturación en la UCI, estableciendo cinco fases. ¿Cree que llegaremos al peor escenario?

Espero que no. En el plan de contingencia han hecho unas previsiones que son duras, que en Madrid se están cumpliendo, pero que en Murcia aún no se dan. Esperemos que no se llegue a esa situación.

En ese protocolo se habla de situaciones muy duras. ¿Se le ha pasado por la cabeza que llegue el momento de tener que elegir entre salvar a un paciente u otro en función de criterios como las 'expectativas de vida'?

Son momentos muy duros. No nos gustaría tener que llegar a elegir entre pacientes. En una situación normal nos basamos en la 'ética de beneficencia' y con la que se busca el mayor beneficio de los pacientes, respetando la autonomía y la justicia, sin hacer daño. Pero en situación de catástrofe pasamos a una 'ética utilitarista' en la que se mira el coste-utilidad de las decisiones. Si los servicios se colapsan pasamos a esa situación de tener que tomar decisiones éticas y ver cómo podemos beneficiar a un mayor número de pacientes.

¿Cómo valora el trabajo que se está llevando a cabo en la Región de Murcia?

En la Región de Murcia se actuó con mucha diligencia y se tomaron medidas rápidas en la costa para limitar los contagios. Como se ha visto, el número de casos importados en Murcia ha sido muy alto. Ahora tenemos que trabajar para aplanar la curva y que la tasa de contagio sea menor, intentando que los infectados por cada contagiado no sean tres sino uno. Las medidas tan duras que se han tomado y que han generado despidos y multitud de ERTE deben servir para algo, ya que a la preocupación sanitaria se está uniendo la preocupación económica.

¿Hay material suficiente para trabajar con seguridad?

Nosotros tenemos material gracias al trabajo de los supervisores de enfermería de la UCI, que han sido muy precavidos y vieron venir lo que podía ocurrir. Tenemos también la suerte de que numerosas empresas han sido solidarias y están poniéndose en contacto con nosotros. Una empresa de Yecla nos ha mandado mascarillas, otra de Las Torres de Cotillas nos ha cedido material de proteccion, El Pozo nos ha enviado también material, otra empresa de plásticos nos ha mandado pantallas protectoras y muchas más. Está habiendo un movimiento solidario enorme.

Desde el primer día del confinamiento todos los ciudadanos tienen una cita a las ocho de la tarde en los balcones y ventanas de sus casas para agradecerles el trabajo que están haciendo...

Los sanitarios no somos héroes, sólo personas entrenadas, capacitadas y que debemos tener los medios necesarios para trabajar con seguridad, así como la formación específica para poder atender a estos pacientes. En realidad estamos haciendo nuestro trabajo, en el que nos hemos formado y el que nos gusta, por lo que no me gusta el término de héroe. Cualquiera podemos estar en contacto con el virus en la calle.