No todo el mundo puede hacer frente a una cuarentena sin ayuda. Muchas personas son dependientes y sus familiares no se encuentran cerca para ayudarles. Otras están obligadas a hacer un confinamiento estricto tras dar positivo en las pruebas del coronavirus. Sea como fuere, los murcianos, al igual que ha ocurrido en otras comunidades, se han unido en redes vecinales para llegar a los más necesitados.

Alberto Sánchez, propietario de Vergel, en el barrio del Carmen, una tienda cerrada durante el estado de alarma, se unió a la Red de Apoyo Mutuo hace unos días. «Puse un anuncio diciendo que estaba disponible y enseguida me escribió una chica que estaba contagiada de coronavirus. Su madre, que vive con ella, también está confinada. Necesitaban que alguien sacara a pasear a su perro y eso es lo que hago todas las mañanas».

La ayuda de Alberto no acaba ahí. Poco después le escribieron de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Murcia que, estando desbordados, también han recurrido a los voluntarios. «Me dijeron que había un hombre de 89 años que estaba solo, su hijo, un teniente coronel de la Guardia Civil, vive en Tarragona y no le dio tiempo a viajar para estar con él. Así que, después de sacar el perro, le hago la compra», explica.

Como él, muchos otros se ofrecen en su comunidad de vecinos o en las redes para aportar su granito de arena de cara a superar esta emergencia sanitaria sin precedentes. «No puedo estar en casa sin hacer nada». Y no lo hace.