La psicosis por el coronavirus, enfermedad originada en la región china de Wuhan, tiene sus primeras consecuencias en la Región, donde los negocios regentados por inmigrantes del país oriental sufren pérdidas, admiten, aunque «no muchas, casi igual», coinciden todos los consultados. La caída de la clientela afecta a los establecimientos de venta al público, como comercios al por mayor de bolsos, ropa y zapatos, bazares y multiprecio, y especialmente lo notan los restaurantes.

«La gente pregunta si has salido de Murcia, si has estado en China últimamente», coinciden los consultados. «Vienen pocos», admite Aijun, chino residente en Murcia desde hace un lustro y dueño de un restaurante oriental de San Antón, el único que accede a dar su nombre a este diario.

Aijun atiende a LA OPINIÓN en un negocio que, a las dos menos diez de la tarde, tiene todas las mesas vacías. En la puerta, un cartel con el menú del día: ensalada china, plan chino, arroz tres delicias, cerdo agridulce.

En la capital murciana los restaurantes lo están notando bastante. «Antes teníamos los viernes, sábados y domingos unos diez pedidos a domicilio cada día, y ahora ninguno. El restaurante está vacío. No es solo el mío, porque amigos chinos lo comentan y hablan de esto», afirmó la propietaria de un céntrico establecimiento, que prefirió el anonimato.

A la una del mediodía no tenía ni una mesa ocupada cuando antes, a esa hora, era habitual servir una media docena.

«Es un restaurante chino para españoles, con productos de aquí, pero no sé qué pasa. En España no ocurre nada, y esto necesita un control en el aeropuerto al salir y llegar y ya está. Aquí no hay problema, pero la gente se está asustando y no se puede trabajar». La empresaria dijo que, de prolongarse la situación, no podrá pagar las nóminas de sus empleados ni el alquiler del local. «Tengo amigos chinos en negocios grandes y si esto sigue así no aguantan porque tienen muchos trabajadores», insistió.

En la puerta del Merca China, ubicado en la barriada de San Andrés de Murcia, hay un cartel que pone 'liquidación por reforma, todo al 50%'. ¿Es porque han bajado las ventas a raíz del coronavirus? «No, lo teníamos pensado de antes, vamos a reformar», indica una empleada del establecimiento, que, como la gran mayoría de los ciudadanos chinos residentes en Murcia consultados por esta redacción, prefiere que no salga sunombre en el periódico.

Dentro del negocio, un jueves al mediodía, apenas una docena de clientes y poco surtido. Ante la pregunta de si van a traer más, responden que no antes de acometer la reforma. Pero insisten: esto no es por el coronavirus. «A mí no me da miedo ninguno, enfermedades ha habido de toda la vida de Dios, no nos vamos a asustar ahora por esto», interviene una clienta, que insiste en que «es una tontería que la gente vaya a dejar de venir a comprar por esto».

Entre los inmigrantes chinos que hablan bien castellano hay tranquilidad al no tener problemas de comunicación pero entre quienes no dominan el idioma hay miedo a salir a la calle por si sufren rechazo social o algún tipo de actitud xenófoba, explica Alessandro Zhou, que regenta un negocio de bolsos. Pequeños negocios de alimentación ubicados en la zona de San Antolín y San Andrés son escuetos, pero coinciden: «Se ha notado un poco».

Según los datos colgados en la web del Instituto Nacional de Estadística (INE), en la Región de Murcia hay empadronados 4.208 chinos.

Cuando la Región vivía, hace dos semanas, el episodio de contaminación provocado por la entrada de polvo del desierto, en las farmacias empezaron a agotarse enseguida las mascarillas. Pero resulta que no era por la polución: según explicaron los farmacéuticos, era por temor al coronavirus. Eso pasaba hace quince días. Ahora, esa psicosis está derivando en xenofobia, dado que «las redes sociales están fomentando un innecesario alarmismo en torno al brote de coronavirus originado en China», considera Juan Guirado, portavoz de la organización Convivir Sin Racismo.

«La alerta sanitaria producida por la proliferación de casos de contagios provocados por el coronavirus de Wuhan se ha convertido en una alarma global con cobertura informativa constante y presencia permanente en medios de comunicación, favoreciendo el alarmismo y extendiendo cierta sensación de pánico», hace hincapié Guirado. En la misma línea, manifestó que «en los últimos días, la desinformación, los bulos y las teorías sobre el coronavirus circulan sin parar por redes sociales».

«Hasta en los colegios»

Desde el punto de vista de Convivir Sin Racismo, «lo que se está provocando es que se incrementen los casos de rechazo y racismo contra la población china en particular y la de origen asiático en general», dando lugar a una xenofobia «que llega hasta los colegios». En este sentido, Guirado afirma que les han llegado casos de centros « donde estudian niños, niñas y adolescentes» de origen asiático que sufren en sus carnes este rechazo sin fundamento. «O en la calle, donde algunos cambian de acera al cruzarse con turistas con rasgos asiáticos», revela el portavoz de la ONG.

Juan Guirado recuerda que «ante los actos de racismo, se ha lanzado la campaña #NoSoyUnVirus para combatir la desinformación sobre el coronavirus, pues la enfermedad no entiende de razas ni de nacionalidades».

Los ciudadanos chinos señalan que no hay que tener miedo puesto que en España solo ha habido un caso confirmado, en Canarias.

Felipe VI trasladó recientemente la solidaridad de España a China en esta emergencia sanitaria y valora los esfuerzos por una gestión eficaz de una crisis «que afecta a todos». El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, también lamentaba públicamente cualquier signo de xenofobia.